¿Qué está pasando acá?

Con un retraso de tres meses, se iniciaron hace pocos días las obras de remodelación y mejoras del espacio público de Ciudad Universitaria. La demora solapó las obras con el inicio de las clases y complicó el escenario. Los trabajos prevén más y mejores refugios de colectivo, nueva circulación vehicular, bicisendas y mejor iluminación. Los detalles de la obra, los reclamos de Exactas y las claves para manejarse en un predio que se altera día a día.

19 de marzo de 2015

Han comenzado las obras de remodelación del espacio público de Ciudad Universitaria. Aparecieron hace pocos días las máquinas viales, las vallas, las montañas de escombros y tierra, las alteraciones bravas en la dinámica cotidiana del lugar. Esta obra nacida de un convenio entre el Gobierno de la Ciudad y la UBA, que por su envergadura promete alterar la dinámica del predio durante más de dos meses, genera novedades día a día y requiere movimientos de muñeca por parte Exactas para que su diaria se vea afectada lo menos posible. Cuando concluya, el predio tendrá nueva circulación, nuevas paradas de colectivo y veredas, más dársenas de estacionamiento y mejores luminarias, entre otros beneficios.

El primer anticipo de la obra es el que se pudo conocer el jueves 23 de octubre del año pasadó a través de la web de la UBA y de los diarios nacionales, que tuvieron la primicia. Inmediatamente, la Facultad comunicó mediante un mail público que “para la definición de dichas obras no se realizó ningún tipo de consulta con la Facultad”. El marco era de incertidumbre y el Consejo Directivo también se hizo eco con una resolución del 1ro. de diciembre donde manifestó su preocupación sobre “el efecto que estos cambios tendrán sobre nuestro espacio de trabajo, estudio y recreación” y solicitó que la UBA informe al respecto. El destino proyectado para Ciudad Universitaria había sido dado a conocer por la Universidad a partir de una maqueta virtual, o render, con detalles que se fueron informando con el correr de las semanas, mientras se aproximaba el día de inicio de las obras, previsto para diciembre. Pero ese día se vio postergado y también la data completa de la intervención sobre el predio. Finalmente, la información llegó el 19 de febrero al conocimiento de las autoridades de la Facultad, que la volcaron a la web (http://bit.ly/info-obraCU).

El proyecto, que se propone mejorar el espacio público de la Ciudad Universitaria, nació de un acuerdo entre la UBA y el Gobierno de la Ciudad, quien financia y ejecuta las obras. El inicio de los trabajos con mayor intervención en el espacio público, la primera semana de marzo, con las clases en puerta, generó un esperable revuelo. Las autoridades de la Facultad insistían en dos puntos centrales, conocer el detalle de las modificaciones y su cronograma de ejecución y, por otro lado, “participar de la supervisión del avance de las obras con el objetivo de tratar de minimizar el impacto que las mismas puedan causar sobre la actividad cotidiana de docencia e investigación”, según se lee en los mails de actualización enviados por la secretaria de Hábitat, Ana Svarc, desde febrero.

La insistencia de las autoridades de la Facultad tuvo respuesta por parte de la Universidad, que citó el lunes 9 de marzo a los consejeros directivos de Exactas y Arquitectura para explicar los detalles de la obra. El expositor fue el arquitecto Eduardo Cajide, secretario de Planificación e Infraestructura de la UBA y responsable de las obras por la Universidad, quien dio las especificaciones del caso, recibió preguntas y comentarios por parte de los consejeros de Exactas, el decano, Juan Carlos Reboreda, y el vicedecano, Luis Baraldo Victorica.

Así será Ciudad Universitaria

Lo primero que destacó Cajide fue que las reformas fueron diseñadas en línea con el proyecto ganador del Concurso de Ideas para el Desarrollo del Área de Ciudad Universitaria de 1999 y que los renders que se dieron a conocer públicamente representan una “matriz conceptual”, no el proyecto concreto de obra.

Moviendo el dedo sobre un plano impreso, Cajide mostró cómo será la circulación vehicular dentro del predio. La Ciudad Universitaria tendrá dos arterias principales, una destinada a los medios de transporte y otra a los vehículos particulares. La primera se solapa con el actual trazado. Los colectivos ingresarán por la que actualmente se conoce como la entrada principal, frente a Parque Norte. Convertida en doble mano, por esa arteria los colectivos irán recorriendo las paradas correspondientes a cada pabellón y circularán hacia la rotonda ubicada en el extremo norte, desde donde podrán retomar por la mano contraria hacia las paradas terminales, que se instalarán a lo largo de la vereda del predio de deportes, en posiciones similares a las que se encontraban hasta el año pasado.

El circuito del tránsito particular será otro. Los autos ingresarán a través de la entrada ubicada junto al Parque de la Memoria, desde la Avenida Costanera, donde ya está avanzada la construcción de una rotonda. Esa nueva arteria, también de doble sentido, pasará por el frente de los pabellones, siendo la única opción para ingresar a los estacionamientos. La salida será por la mano inversa, llegando otra vez a la rotonda de Costanera.

Las autoridades de la Facultad plantearon en la reunión un posible problema en la circulación peatonal entre los espacios de Exactas: para desplazarse entre los pabellones, será necesario atravesar la calle que recibirá todo el caudal de autos particulares. Al respecto, Eduardo Cajide indicó que hay previstos reductores de velocidad y rotondas. “La rotonda es como un semáforo, uno cuando llega a una rotonda baja la velocidad inevitablemente. En cada uno de los cruces de los edificios habrá un reductor de velocidad. Es una pequeña rampa, después la cebra en el medio y otra pequeña rampa”, dijo Cajide y especificó que “el peatón siempre va a caminar al nivel de la vereda”. También se advirtió, por parte de las autoridades de Exactas, que no estaba contemplado un sector de ingreso diferencial de servicios y proveedores.

Cajide aclaró, a su vez, que “el proyecto técnico lo elaboraron las oficinas técnicas del Gobierno de la Ciudad. Nosotros lo que hacíamos era tener un intercambio de ideas y proponer lo que a nosotros nos parecía que tenía que apuntar el proyecto”.

Las obras contemplan un incremento de refugios de colectivos, la renovación total de las luminarias, nuevos desagües pluviales, renovación de aceras y calzadas, bicisendas y una área de sanitarios y descanso para los choferes de colectivo. Se plantarán 280 árboles (no se talará ninguno existente) y se parquizará con especies arbustivas. La UBA, por su parte, financiará la mejora de los estacionamientos actuales y la construcción de uno nuevo a continuación de las bases del Pabellón IV.

Cajide destacó especialmente el tema de la puerta norte, que es la que se conecta con la rotonda del Puente Labruna. “La puerta norte es sólo para abrir en emergencias, si hay un accidente en la autopista o en el tren tiene que servir para que entren ambulancias, bomberos. Esta puerta tiene que estar cerrada pero debe poder abrirse ante cualquier emergencia. Nadie impulsa que Ciudad Universitaria sea una autopista”, afirmó el funcionario.

Seguimiento de las obras

La principal preocupación de las autoridades de Exactas radica en las alteraciones que se producen durante la ejecución de la obra. Algunas, inevitables y predecibles y otras impredecibles. De acuerdo a lo que informó la UBA, se estima que las siete empresas contratistas que ya empezaron a trabajar en el predio concluyan sus tareas a fines de junio. La situación ideal, según indicó Cajide en la reunión del lunes 9 de marzo, “era que las obras empezaran en diciembre. Habíamos negociado la fecha de entrega para los primeros días de abril, pero abril era para los ajustes, la fecha verdadera para nosotros era el 28 de marzo y eso lo negociamos con la Ciudad. Las obras tendrían que haber empezado en diciembre”, aseguró. Más allá de los deseos de la UBA, el Gobierno de la Ciudad arrancó las obras en marzo, en el umbral de las clases: esta semana comienzan en Exactas, la próxima en Arquitectura y la siguiente en el CBC. El contexto, por lo tanto, es complicado.

Ana Svarc, la secretaria de Hábitat de la Facultad, viene siguiendo las obras y tratando de hacerse de información que permita prever acciones de mitigación. “Nos preocupa mantener abierto el acceso vehicular al subsuelo del Pabellón II. Es fundamental para el ingreso de ambulancias, de personas con problemas de movilidad, para el retiro de residuos patogénicos y peligrosos, para la entrada de gases comprimidos a presión y de combustible para los grupos generadores, de proveedores de alimentos y de materiales de obra y para el retiro de residuos domiciliarios. Es vital para la Facultad”, indica Svarc, quien, a partir de las gestiones del decano Reboreda, logró sumarse desde hace diez días a la mesa semanal que reúne a los distintos contratistas de la obra. “Pudimos solicitar un cruce en el sector norte del Pabellón II, el ensanchamiento de la calle de ingreso al estacionamiento del Pabellón I e Industrias y que se busque una solución al ingreso a los garajes del Ingeis y del IAFE; también se solicitó cartelería de señalización en las diferentes vías de ingreso”.

Ahora, en diálogo con los responsables de la coordinación de la obra, Svarc afirma que “la Facultad se mantiene atenta a las novedades que puedan ir surgiendo día a día. Se estima que las obras se van a extender por cerca de tres meses, por lo tanto mantendremos informada a la comunidad de Exactas sobre los detalles, como lo venimos haciendo desde el comienzo”, cierra la secretaria.

3 CLAVES DURANTE LAS OBRAS
1 – Ingreso partido al medio. Para el comienzo de las clases de Arquitectura, el miércoles 25 de marzo, se prevé que los colectivos ingresen por la entrada frente a Parque Norte. Los vehículos que se dirijan a Exactas deberán ingresar por la entrada este, cercana al Parque de la Memoria, y los que se dirijan a Arquitectura deberán ingresar por la entrada norte, ubicada cerca del Puente Labruna.

2 – Estacionamientos. A partir de abril el estacionamiento del Pabellón II será de uso exclusivo para aquellos que trabajen o estudien en Exactas. Para eso se implementará un control en el acceso. En los próximos días la Facultad comunicará la manera en que se va a instrumentar ese control.

3 – Paradas de colectivos. La línea 28, frente al INGEIS. Las líneas 160, 45 y 33, en el ingreso a Ciudad Universitaria, sobre la vereda de las paradas de colectivos del Pabellón I. La línea 37, frente al IAFE. Las líneas 42 y 107, frente a las canchas de hockey.

Armando Doria