Un límite al ajuste

En respuesta al inédito recorte presupuestario que afecta a las universidades nacionales, una multitudinaria movilización desbordó el centro porteño. La columna de Exactas se nutrió con la gran participación de estudiantes, docentes y nodocentes que reafirmaron el valor transformador de la universidad pública, gratuita y de calidad como base de la democracia.

Las calles del centro de Buenos Aires y de una veintena de ciudades de todo el país fueron el escenario de una jornada histórica: la más grande movilización en defensa de la educación pública, un pilar fundacional de la sociedad argentina que hoy está siendo atacado por el gobierno nacional.

Convocada por las universidades públicas nacionales, cuyo funcionamiento está en riesgo a causa de la decisión oficial de desfinanciarlas, la Marcha Federal Universitaria desbordó todas las expectativas y se convirtió en un multitudinario grito de resistencia ante el ajuste. Según los organizadores –el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN)–, unas 800 mil personas se movilizaron desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo, sumando un millón en todo el país.

Docentes, nodocentes, investigadores e investigadoras y, sobre todo, decenas de miles de estudiantes, acompañados por organizaciones gremiales, políticas y de derechos humanos, protagonizaron un hito sin precedentes, que reafirmó el valor transformador de la universidad pública, libre, gratuita y de calidad como base de la democracia y herramienta fundamental de movilidad social ascendente.

La comunidad educativa de Exactas participó de la movilización con la columna más numerosa que haya salido alguna vez desde nuestra Facultad, con la presencia de centenares de estudiantes, manifestándose en defensa del acceso a la educación superior pública y de la inversión en ciencia y tecnología. Detrás de la bandera de Exactas se congregó una larga y compacta columna de más de una cuadra, encabezada por el decano, Guillermo Durán y la vicedecana, Valeria Levi. Si bien la cantidad de participantes de la Facultad es difícil de estimar, de acuerdo al espacio que ocupaba la columna, se podría especular que rondó las cinco mil personas.

En esta oportunidad, la comunidad de Exactas contó con el apoyo, para quienes quisieron sumarse, de una comunidad virtual por Whatsapp, que permitió acceder a información importante para el cuidado en manifestaciones y también compartir experiencias, fotos y videos -como ocurrió también con la marcha del 8M-. La iniciativa estuvo a cargo de la Secretaría de Promoción de la Equidad y Géneros de la Facultad (ver recuadro).

La movilización resultó una respuesta contundente en las calles –que neutralizó de hecho la amenaza del gobierno de aplicar su “protocolo antipiquetes”– contra un intento de vaciamiento presupuestario cuya magnitud, inédita en democracia, las autoridades de Exactas vienen denunciando desde hace meses, y que se inscribe en un ajuste más vasto que afecta a toda la sociedad argentina y compromete el futuro del país.

La marcha se cerró en Plaza de Mayo con la lectura de un documento consensuado por los rectores de las universidades nacionales, que detalló el brutal recorte en las partidas para gastos de funcionamiento, la fuerte pérdida del poder adquisitivo de los salarios de docentes y nodocentes en un contexto de cancelación de la negociación colectiva, y el recorte de los fondos para becas en un escenario de alza indiscriminada de precios y tarifas que impacta sobre la economía de los estudiantes, además de denunciar el desguace que propugna el gobierno del sistema nacional de ciencia y tecnología, cuyo motor es la universidad pública.

Ya caída la tarde, el decano Durán agradeció el acompañamiento de la sociedad ante el reclamo universitario. «El apoyo a las universidades nacionales, a la educación pública y al conocimiento fue contundente, el gobierno va a tener que tomar nota al respecto y modificar algunas políticas», expresó ante la comunidad de la Facultad, poco antes de que comenzara la desconcentración en un jornada que resultará, seguramente, inolvidable.

Galería de Fotos: Diana Martinez Llaser y Luiza Cavalcante / Exactas UBA.