La vicedecana, Valeria Levi, habló en Diputados

Se comenzó a tratar en comisión de Diputados la ley que declara la emergencia del sistema de ciencia y tecnología. En la primera jornada de testimonios, fue invitada a participar la vicedecana, Valeria Levi, quien aseguró ante los legisladores que "la sangría de científicos ya empezó, no se puede esperar un tiempo y experimentar para ver qué ocurre".

29 de mayo de 2024

En el día de hoy tuvo lugar la primera reunión de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Cámara de Diputados de la Nación, donde comenzó a tratarse el proyecto de ley de Declaración de Emergencia del Sistema de Nacional de Ciencia y Tecnología, previo paso al recinto. Para esta instancia, fue convocada a dar su testimonio la vicedecana, Valeria Levi, quien habló frente a los legisladores como integrante del sistema científico. A continuación, compartimos las palabras de Levi.

«El Sistema Científico y Tecnológico Nacional dispone de muchas instituciones para su funcionamiento. El CONICET es una; otra, no tan conocida, es la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica: el organismo que permite el financiamiento de las actividades rutinarias de investigación, desarrollo e innovación. El caso de la Agencia se convirtió en un ejemplo para comprender la situación que estamos viviendo: desde que asumió el actual Gobierno, la Agencia no entrega ni en tiempo ni en forma los fondos para investigación que nos han asignado a los investigadores e investigadoras a partir de concursos estrictos para su obtención. Estos fondos, además, son 10 veces menores que los que se otorgan en países vecinos como Chile, Uruguay y Brasil. Una miseria.

«Por otro lado, la mega subejecución récord del presupuesto de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, que es de 2% del presupuesto para lo que va del año, se traduce en nuestro día a día en tragedias tales como la paralización de construcciones y la imposibilidad de comprar equipos, insumos o acceder a bibliotecas electrónicas, entre varios casos. Y como decía mi abuela, lo barato sale caro: tenemos equipamientos sofisticado de enorme valor rotos por no tener plata para comprar un repuesto barato.

«Y siguiendo con aquello de que lo barato sale caro, por decisión explícita, inacción o simplemente ignorancia estamos perdiendo uno de los recursos más valiosos e irremplazables que tiene nuestro país: los recursos humanos altamente formados. Es casi tan poco inteligente como exportar harina e importar pan. Estamos regalando al mundo recursos humanos en los cuales Argentina ha invertido mucho durante décadas.

«La decisión de otorgar solo 600 de las 1.300 becas doctorales de CONICET planificadas vacía al semillero científico de la Argentina; es como terminar con las divisiones inferiores de un club de fútbol: ese club no tendrá jugadores para llegar a Primera.

«Y para sumar datos preocupantes en el mismo sentido, nos comunicaron de manera informal que este año se redujeron en un 25% (dependiendo del área) las postulaciones a la Carrera del Investigador Científico con respecto del año pasado. No sólo afectamos al semillero, se nos vacía el club de jugadores ya formados.

«También hay algo que suele perderse de vista y es central. Cuando hablamos de ciencia, hablamos también de las universidades: el 80% de los investigadores y becarios del CONICET cumplen funciones en Universidades Nacionales públicas y privadas donde muchos de ellos también enseñan. Y a diferencia de un colegio secundario, donde se enseña “lo que está en los libros”, en la Universidad se enseña también lo que aún no está en los libros, es decir, el estado de arte de cada área, transmitido por los especialistas en la temática. Si no seguimos produciendo científicos, vamos a tener peores docentes, nuestros estudiantes van a recibir peor formación y serán peores profesionales.

«¿Por qué se van del país los científicos? En parte porque no los dejamos quedarse. Desde que asumió el nuevo gobierno, si hay una persona que fue a especializarse y realizar un posdoctorado en el exterior, no puede volver al país. Aún si concursó y ganó una posición como investigador en Argentina, el CONICET no le da el alta, no lo deja volver. Y, por otra parte, los expulsan los salarios y estipendios del personal en ciencia y tecnología, que perdieron cerca del 25 % de su poder de compra. También por las malas condiciones laborales que mencioné y, más profundamente, por la falta de optimismo a largo plazo. La desidia y el maltrato, sumado a campañas de desprestigio en las redes sociales y en muchos medios de comunicación, promovidas por este Gobierno y su entorno, muestran que hacer ciencia en nuestro país es un camino muy complejo.

«La pregunta que tengo para hacerles, diputados, diputadas, es ¿qué haremos frente a los desafíos -algunos inimaginables- que tengamos como país, como sociedad ya sea en el presente como en el futuro? ¿Cómo resolvemos las sequías? ¿Cómo mitigaremos las consecuencias del Cambio Climático? ¿Cómo resolvemos la transición energética? ¿Y si hubiera una nueva pandemia, quién desarrollará kits de detección de virus, testeará o generará vacunas cuando sean muy caros o no estén disponibles en el mercado como en la ultima pandemia? ¿Quién resolverá las crisis o problemas con la producción de alimentos, que todos los países están viendo cómo un escenario probable? No nos va a quedar nadie en el club para poder hacerlo, e importar jugadores es imposible o demasiado caro.

«Si realmente amamos a nuestro país, si realmente queremos que a la Argentina crezca y se desarrolle, necesitamos proteger a la ciencia. No estamos inventando nada nuevo: es la herramienta que han utilizado todos los países para desarrollarse; no es magia, no es terraplanismo. Y una de las maneras para protegerla es aprobando la ley de Emergencia en Ciencia y Tecnología que se está tratando en esta comisión.

«La sangría de científicos ya empezó, no se puede esperar un tiempo y experimentar para ver qué ocurre. No se puede apelar a la paciencia en este caso: estamos en una situación de urgencia. Lo bueno es que resulta comparativamente poco lo que se necesita ahora para revertir la situación. En cambio, si todo continúa de la manera en que describí, reconstruir el sistema científico nacional será prácticamente imposible».

La participación de Valeria Levi puede ver en el canal oficial de la Cámara de Diputados.

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