La Facultad hizo un reclamo urgente por los PICTs

El decano de la Facultad envió ayer un documento a las autoridades nacionales reclamando el cumplimiento de los contratos por los fondos ya adjudicados para los proyectos de investigación. La situación en los laboratorios es incierta y angustiante, y afecta a 333 grupos de investigación solo en ExactasUBA.

31 de julio de 2024

Ayer, lunes 30 de junio, el decano de Exactas UBA, Guillermo Durán, elevó un enérgico reclamo a las autoridades del gobierno nacional en relación con los Proyectos de Investigación de Ciencia y Técnica (PICT) adjudicados a investigadores que se desempeñan en la Facultad, que ya fueron aprobados y están activos, y cuyos fondos dejaron de transferirse.

A través de una carta dirigida al Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Guillermo Francos; al secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, Darío Genua; y a la subsecretaria de Ciencia y Tecnología, Paula Nahirñak; Durán señala que “la falta de fondos impide el normal funcionamiento de los proyectos de investigación alojados en esta Facultad e impide el cumplimiento de los objetivos por parte de los investigadores responsables de los PICT y de los compromisos asumidos por la Institución”.

Agrega que “se encuentra en riesgo valioso material científico, incluidos insumos importados, animales de laboratorio, equipamiento científico con un elevado costo de mantenimiento y más aún de reposición; así como la continuidad de procesos experimentales en los que se ha invertido mucho financiamiento en los años previos”.

La misiva –enviada con copia a la presidenta de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, Alicia Inés Caballero– advierte que este recorte produce “un daño injustificado al erario” y al cumplimiento de las obligaciones de esas reparticiones en materia de salud pública y de desarrollo científico, y alerta sobre el incumplimiento por parte del Estado nacional de los contratos firmados entre la Agencia I+D+i y las instituciones científicas.

El decano solicita “con carácter urgente” que se regularice la trasferencia de fondos de los proyectos mencionados (PICT 2018, 2019, 2020 y 2021), así como la actualización anual de esos fondos a través de la aplicación de la Cláusula de Mejor Presupuesto Vigente, incluida en los contratos. También que se proceda a la firma de los contratos correspondientes a los PICT 2022.

La carta señala asimismo la situación de proyectos que están próximos a su vencimiento y cuyos fondos no fueron girados, corriendo el riesgo de ser dados de baja antes de poder ejecutar los gastos remanentes.

Se trata de un total de 333 Proyectos de Investigación de Ciencia y Técnica ya aprobados, 10 de la convocatoria del año 2018, 64 de 2019, 83 de 2020 y 71 de 2021, además de los 105 asignados de 2022 con contratos aún sin firmar, y otros seis proyectos de distintas convocatorias que, sin ser PICT, tampoco están recibiendo el financiamiento acordado.

Desde la asunción del gobierno de Javier Milei, la Agencia I+D+i, organismo clave en la financiación de proyectos científicos y tecnológicos, está virtualmente paralizada, sobre todo de la renuncia en bloque de la totalidad de su directorio.

La drástica reducción de la planta de la Agencia, con el despido de unas 90 personas altamente calificadas, y el desmantelamiento de la plataforma informática que había optimizado la carga y evaluación de los proyectos, acompañan el vaciamiento de este organismo nacional descentralizado, cuyo objetivo debiera ser promover la investigación científica, la generación de conocimiento y la innovación productiva en el país. Para tal fin cuenta con diversos instrumentos de promoción y financiamiento, que son los que actual gobierno se niega a ejecutar.

La deliberada interrupción del financiamiento para estas investigaciones –sumada al ahogo presupuestario de las universidades nacionales y los ataques que viene sufriendo el CONICET– pone en serio riesgo la continuidad del sistema científico tecnológico argentino. “En caso de no proceder a lo solicitado –finaliza la carta del decano–, se iniciarán las acciones administrativas y/o judiciales que corresponden”.

“La situación es angustiante: son decenas de investigadores e investigadoras que temen que su esfuerzo de años de construir equipos y establecer líneas de trabajo y proyectos que pudiesen crecer, todo eso puede verse truncado”, dice Patricio Santagapita, secretario adjunto de Investigación Científica y Tecnológica de Exactas.

“¿Cómo hacen para continuar, sin insumos, los experimentos que ya están en curso? ¿Cómo logran que equipamiento que necesita mantenimiento, repuestos, validación, siga estando operativo? Y no solo se dificulta la continuidad de las investigaciones que se realizan dentro la facultad, sino también los servicios que se prestan hacia afuera, a empresas y a otros organismos públicos, a startups y a investigadores de otras instituciones. Ni hablar de quienes tienen líneas de investigación con seres vivos, ratones o ratas, que hay que mantener”, describe Santagapita.

Lo primero que está en riesgo son los recursos humanos que se forman en Exactas. “Sin recursos, lógicamente se resiente la calidad académica. Porque vas a pensar tres veces qué experimentos hacer y vas a dejar de lado los más complejos. Si un investigador pensaba en convocar a tres becaries para consolidar una línea de trabajo, quizás tenga dos, uno o ninguno. Y lo peor de una coyuntura como ésta es que, con salarios bajísimos y sin fondos para experimentar, los recursos humanos se van”.

Sin financiamiento no se genera nuevo conocimiento y las mismas investigaciones en curso se interrumpen. Investigadores que pretendieran, por ejemplo, trasladar los resultados de su trabajo en mesada, in vitro, a ensayos in vivo, no podrían hacerlo. La validación de esos resultados empieza a perder solidez y la posibilidad de que ese trabajo se plasme en un producto o una solución útil para la sociedad queda cada vez más lejos.

“Estamos empezando a ver desesperación –concluye Santagapita–. Cada vez nos llegan más pedidos de investigadores que necesitan fondos para mantener el aire acondicionado, porque si no, no pueden prender los equipos, o para insumos básicos sin los cuales no hay modo de investigar. La Facultad procura dar respuesta a estas urgencias, pero va a llegar un momento en que no vamos a poder responder”.

Exactas UBA