LCD, la carrera que arrancó con todo
El debut de la nueva carrera de Exactas, Licenciatura en Ciencias de Datos, lleva la marca del entusiasmo. Con alto interés por parte de jóvenes estudiantes y fuerte impacto en la esfera pública, demostró que vino a ocupar un lugar que estaba vacante. Acá, los testimonios de un comienzo prometedor.
Además de acrecentar notablemente la nómina de inscriptos del CBC para la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, y con solo un puñado de clases a cuestas, la nueva Licenciatura en Ciencias de Datos (LCD) comienza a devolver todo el entusiasmo que viene generando desde que se anunció como parte de la oferta académica de la UBA.
Profesores y estudiantes coinciden en señalar tres aspectos clave de la nueva carrera. Que viene a consolidar la formación en matemática y computación con una orientación que da respuesta sustantiva a una realidad concreta: el aumento exponencial de la cantidad de datos a los que el investigador puede acceder y la disponibilidad de nuevas herramientas que permiten procesarlos, interpretarlos, modelar con ellos todas las cosas y todos los fenómenos. Que instaura un plan de estudios ciertamente transversal, concebido para la formación de graduados en cualquier disciplina que requiera del modelado y manejo de datos, es decir, todas. Y que además satisface una demanda que comparten tanto la investigación científica como la actividad productiva, y que en tal sentido la salida laboral está prácticamente garantizada.
“Es pronto para darse una idea del entusiasmo de los alumnos por el contexto de la virtualidad, pero sí hay muchas preguntas y claramente denotan un gran interés, y aunque a muchos no les veo la cara, y no veo cómo reaccionan, tenemos un foro en el que hay muchísima participación y se ve que los chicos están copados”, dice el físico Enzo Tagliazucchi, investigador del CONICET en el Instituto de Física de Buenos Aires (IFIBA, Exactas UBA) y profesor del Laboratorio de Datos, y agrega: “Como es una materia aplicada, práctica, con el paso de las clases van a tener cada vez más herramientas para hacer cosas ellos mismos, y se van a enganchar mucho más”.
El “Labo” es, hasta aquí la “estrella” de la nueva carrera: tiene cerca de 140 inscriptos. Si bien el plan de estudios lo ubica hacia el sexto cuatrimestre de un cronograma sugerido de cursada, el criterio de equilavencias nutrió la materia de estudiantes avanzados de otras carreras. Un indicio de que el diseño interdisciplinario de LCD, que alienta una fuerte diversidad académica a partir del tercer ciclo de grado, en realidad ya se evidencia desde el primer día.
“Tenemos dos vertientes de alumnos –explica Ana Bianco, doctora en matemática, profesora del Instituto de Cálculo y vicedirectora de la flamante carrera–. Los que son ingresantes desde cero, provenientes del CBC, que son poco más de 90 alumnos. Por ejemplo, en Análisis I hay 92 inscriptos. Ahora bien, los alumnos que arrancan este cuatrimestre cursando Análisis I y Álbegra I ya comienzan a integrarse con estudiantes que vienen de Matemática, de Computación, de Física, también de Química y hasta alguno de Ciencias de la Atmósfera. De modo que el propósito interdisciplinario de la carrera ya se manifiesta desde el inicio. Estos estudiantes de simultaneidad son alrededor de 40, y los ves inscriptos en materias que en principio estaban pensadas para más adelante, como Análisis Avanzado y Álgebra Lineal Computacional, ambas con una matrícula sorprendente de más de 40 alumnos. Son estudiantes que, con el sistema de equivalencias con Matemática, Computación o Física, ya tienen un recorrido en la facultad, y no todos en Exactas, porque se han pedido pases de otras facultades. Entonces, hay materias del segundo ciclo que imaginábamos que iban a arrancar de a poco, como Probabilidad, donde tenemos una inscripta, y otras que están en el nudo de esta idea de transversalidad, que sabíamos que iban a explotar, como Laboratorio.”
“Era lo esperable, por varios motivos. Primero –enumera Tagliazucchi–, se nota que hay muchísimo interés por la nueva carrera. Además, es una materia transversal a las distintas disciplinas que se cursan en Exactas: la mitad son estudiantes propios de Datos, y después hay muchos alumnos que son físicos, pero también hay biólogos, geólogos. Un tercer elemento es el formato. Cuando el año pasado empezamos con las clases virtuales, el desafío era cómo adaptar materias pensadas para ser presenciales. Pero esta materia es nueva, y nació diseñada para una escala masiva, aprovechando las ventajas del formato virtual; entonces, además de las clases que se dictan por Zoom, se suben todos los videos, todos los apuntes, todos los códigos. Creo que la suma de todos estos factores engrosó la matrícula.”
Desde cero y en medio del camino
El aluvión de inscriptos en el CBC grafica el interés de los chicos y las chicas que recién inician su recorrido académico por ser parte de esta revolución de los datos. La misma conmoción parecen haber experimentado los estudiantes avanzados que hallaron en LCD el camino que hace tiempo venían buscando.
Rocco Di Tella tiene 23 años. Cursó tres años de Física, empezó a colaborar en un laboratorio de neurociencias, y como parte de esos equipos interdisciplinarios, dice, “me fui dando cuenta de que mi rol era cada vez más claro: el que se hacía cargo de las estadísticas”. Cuando se anunció la Licenciatura en Ciencias de Datos, no dudó un instante.
“En neurociencias hay mucho trabajo de modelado: el cerebro es el sistema más complejo que hay. Yo ya había hecho varias materias optativas del Instituto del Cálculo. Ahora estoy haciendo Labo, Álgebra Lineal Computacional y los Algoritmos, que no los hice. Yo creo que a fines del año que viene podría empezar a pensar en la tesis”, proyecta Rocco.
El objetivo de las autoridades de la carrera es que la impronta interdisciplinaria involucre directamente a los estudiantes, ensanchando el abanico de áreas del conocimiento en las que aplicar lo aprendido y alentándolos a conocerse, a nutrir la trayectoria académica propia de la que trae el compañero. Sin presencialidad, la Facultad procura impulsar esos lazos. El viernes 19, después de la bienvenida general a Exactas, hubo un Zoom con el director de la carrera, Pablo Groisman, con profesores y estudiantes. “La idea es estimular la interacción entre los chicos –cuenta Ana Bianco–. Se dividieron en salas para hablar de series y películas, para romper el hielo por fuera de lo académico, en una cursada que sabemos que por el momento va a ser virtual. También se les pidió que escribieran en una pizarra virtual cuales eran sus expectativas y sus temores al empezar esta nueva etapa».
“Se nota mucho entusiasmo –suscribe Rocco–. Yo estoy en un grupo de Telegram con todos los ingresantes, pero hay varios grupos de Telegram y Whatsapp donde se está dando como una búsqueda de espacios paralelos que cumplan el rol de lo presencial, algo que supla el encuentro en el bar, en los pasillos, en los recreos entre una clase y otra, para ver cuáles son las inquietudes en común, a ver a quién le interesa modelar el mundo, digamos, de un modo similar al que buscás vos. Yo que estoy hace más tiempo esa red ya empecé a armarla, con otros desertores, dicho esto entre muchas comillas, de Física, de Computación”.
Sabe que la presencialidad, cuando vuelva, tendrá premio: cursar en el Cero+Infinito. Roccó se ilusiona con estar ahí pronto, “o si no seré ayudante ahí, pero me copa la idea de poder habitarlo en algún momento”.
Doble expectativa
LCD viene a satisfacer una doble demanda: la de los estudiantes pero también la del mercado, en un mundo donde el volumen de datos disponibles crece cada día y se necesitan especialistas que puedan mensurarlos, analizarlos, comprenderlos, ponerlos a disposición de la ciencia y de la producción.
“La ciencia se ha convertido globalmente en algo cada vez más competitivo, y la carrera científica demanda mucho esfuerzo, es una carrera especial para gente con intereses especiales. Me refiero a que no todo el mundo se hace científico. Entonces, está bien que los chicos piensen en un plan B –dice Enzo Tagliazucchi–. No me anoto en Exactas para ser científico necesariamente. Puede ser que termine haciendo ciencia, o puede que no. Datos encaja naturalmente en esa idea: sabemos que hay una altísima demanda de gente que haga esto, pero además, esta carrera te pone en una posición en la que podés insertarte y aplicar tu perspectiva en un montón de disciplinas científicas que se manejan en mayor o menor medida con datos, y elegir cuál te interesa más. Entonces, cumple con una doble expectativa: en potencia, da lugar al florecimiento científico, y al mismo tiempo ofrece un plan alternativo que es muy sólido desde el punto de vista laboral.”
Los estudiantes lo tienen igual de claro. “No es solamente Google contratando gente que haga data science. Hoy cualquier empresa o emprendimiento que pueda hacerlo y no lo haga, sabe que tiene una pérdida competitiva importante –concluye Rocco Di Tella–. Si tenés una panadería y hacés data science, la medialuna va a salir del horno en el momento en que llega el cliente y no antes. O sea que la salida laboral está claramente asegurada, casi que alcanza con decir en voz alta que te inscribiste”.