
El arquitecto Rafael Viñoly visitó Exactas
El Cero + Infinito recibió por primera vez a su creador, el reconocido arquitecto Rafael Viñoly, quien dictó la conferencia “Un espacio para la ciencia” y comentó detalles de sus diseños y las necesidades que pueden satisfacer. Sobre el nuevo espacio de la Facultad, afirmó: “es un instrumento de transformación”.
En el Cero + Infinito se respiraba otro aire. Era el jueves por la tarde y el flamante edificio de la Facultad parecía recobrar aquella atmósfera expectante, nueva, con la ansiedad del estreno de hace un año, cuando fue inaugurado. No era para menos. Por primera vez, su creador venía a conocerlo. Rafael Viñoly, el arquitecto uruguayo graduado de la UBA cuyo nombre es la marca de un prestigioso estudio con presencia y reconocimiento internacional, no solo pasó a visitar a su criatura, sino que también dictó la conferencia “Espacio para la ciencia”, que ya está disponible en el canal de Youtube de Exactas.
Cual estrella que agota localidades, Viñoly colmó el aula 1401. Fueron de la partida distintas autoridades de las gestiones involucradas en hacer realidad el Cero + Infinito. Además del decano, Guillermo Durán, y la vicedecana, Valeria Levy, los ex decanos Juan Carlos Reboreda, Jorge Aliaga y Pablo Jacovkis, así como también el ex rector de la UBA, Rubén Hallú, estuvieron presentes. También Sebastián Ceria, graduado de Exactas UBA y uno de los principales impulsores y aportantes del nuevo edificio.
“Jorge (Aliaga) empezó con la idea de extender el Pabellón 1 y aceptó una idea muy loca que tuve, que fue ir por un edificio icónico”, expresó Ceria, al tiempo que contó su relación de amistad con Rafael Viñoly y cómo le acercó el proyecto: “Él nunca creyó que esto se iba a hacer y todavía me debe una cena por eso”, bromeó. Y agregó: “Me parece importante apreciar que de todas formas le dedicó trabajo y esfuerzo. Lo hizo por el amor que siente por esta universidad y porque sabía que de esta manera estaba colaborando con algo que iba a ser muy bueno para el país”.
A su vez, se leyeron adhesiones y saludos de diferentes autoridades que no pudieron acercarse: el actual rector de la universidad, Ricardo Helpi; los ex ministros de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao y Roberto Salvarezza; y, finalmente, el actual gobernador de la Provincia de Buenos Aires y, en tiempos de las gestiones del Cero + Infinito, ministro de Economía, Axel Kicillof.
“Yo no podría estar más contento por participar en esto de la manera en que pude. Siempre tuve un particular respeto por la actividad universitaria, sobre todo por aquella donde la mentira no existe, que es únicamente en la ciencia”, comenzó Viñoly. Luego, bromeó: “En mi oficio mentir no solo es cotidiano sino que, prácticamente, es un ejercicio artístico. En este lugar no se puede mentir”.
El arquitecto compartió su visión sobre la ciencia y qué debe contemplar la creación de un espacio destinado a su desarrollo. “El método científico es uno de los mecanismos fundamentales que mantiene a la humanidad en la posición de pretender que tiene un futuro”, afirmó.
El Cero + Infinito conmueve porque, de alguna manera, representa ese futuro. Para Viñoly, detrás de un proyecto edilicio “hay alguien que piensa”. “No alguien que mercantiliza o gestiona al que piensa”, manifestó refiriéndose a lo que considera como el verdadero destinatario del edificio: sus usuarios, los que van a trabajar y recorrer esos espacios y las necesidades que requieren sus tareas.
Con esa premisa, expuso distintos trabajos suyos destinados a ciencia, educación y salud a lo largo del mundo. En cada uno comentó los usos y necesidades de los destinatarios. También expresó que muchas veces es necesario modificar la manera en que se acostumbra concebir a los espacios.
Cuando llegó el turno del Cero + Infinito, interpeló al auditorio: “No está mal. La idea fue hacer el lugar más grande que se pudiera”, dijo. Y agregó: “En una configuración como ésta, la previsibilidad de lo que se puede hacer es baja, y eso es lo importante. Lo que parece que sobra, en realidad no sobra. Es un instrumento de transformación. La posibilidad de reformular la manera de enseñar o hacer investigación”.
Acerca de su diseño, explicó que el exterior parece “una cosa dura” porque “no tiene concesiones, de la misma manera en que el pensamiento científico no necesita adornos”. “Su nombre fue un invento de mi amigo (por Sebastián Ceria), yo sabía que tenía que salvar estos árboles y quedaron repartidos en los patios que inspiraron ese nombre”, dijo.
Luego comentó que se está pensando modificarlo, en lugar de la suma, una multiplicación: “Cero x Infinito”. “¿Cuánto es?”, le preguntó al público. “No sabemos”, respondieron las autoridades de la primera fila. “¿No les parece genial?”, concluyó Viñoly.
A la charla también asistieron estudiantes de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo. Viñoly es un referente ineludible. Su estudio es sumamente premiado y él es miembro de distintos institutos y asociaciones de arquitectos en Estados Unidos, Inglaterra, Japón y Argentina.
En el cierre, alguien del público preguntó qué es lo que hace especial al Cero + Infinito. El arquitecto respondió: “Este edificio tiene atmósfera, un ambiente permeable. Lo que lo hace especial es la flexibilidad, que no haya una correlación entre una definición del uso y una realidad física”.