Segunda campaña al talud continental argentino

El pasado 29 de octubre culminó la expedición “Ecos de dos cañones”, la segunda en el país del Falkor (too), el buque de investigación operado por el Schmidt Ocean Institute (SOI) que cobró notoriedad tras la misión en el Cañón Mar del Plata. A pocos días de comenzar la tercera y última expedición argentina, esta vez liderada completamente por Exactas, el SOI compartió un comunicado de prensa con el resumen y los resultados de la segunda misión.

20 de noviembre de 2025

Liderada por Silvia Romero, docente de la Facultad e investigadora en el Servicio de Hidrografía Naval de la Nación, la campaña “Ecos de dos cañones” se centró en los sistemas de cañones Bahía Blanca y Almirante Brown con el objetivo de comprender cómo interactúan con la Corriente de Malvinas, que transporta nutrientes esenciales para el ecosistema del mar argentino.

A pocos días de comenzar la tercera y última expedición en el país, esta vez liderada completamente por Exactas, el Schmidt Ocean Institute compartió un comunicado de prensa con el resumen y los resultados de la segunda expedición, la cual se transcribe a continuación:

Palo Alto, California, USA — Científicos de una expedición liderada por Argentina a bordo del buque de investigación Falkor (too) del Schmidt Ocean Institute (SOI) desplegaron diversas tecnologías para recopilar el conjunto de datos más completo disponible al momento sobre cómo la corriente oceánica de Malvinas interactúa con los cañones submarinos e influye en la biodiversidad marina argentina. Su objetivo era comprender mejor las floraciones de plancton de la región, la base de la cadena alimentaria que sustenta la industria pesquera argentina. Estas floraciones de plancton son tan extensas que pueden observarse desde el espacio.

La expedición fue dirigida por la doctora Silvia Inés Romero, investigadora del Servicio de Hidrografía Naval de Argentina. Su equipo planteó la hipótesis de que estos cañones submarinos sirven como conductos entre las profundidades marinas y las aguas menos profundas, proporcionando nutrientes esenciales que sustentan las enormes floraciones de fitoplancton de Argentina, las cuales, a su vez, sustentan ecosistemas marinos prósperos.

Durante 27 días, utilizaron un planeador submarino, 46 ​​boyas de deriva superficial, dos módulos de aterrizaje de profundidad oceánica, una boya amarrada y otras tecnologías a bordo para cartografiar cuatro cañones submarinos y sus alrededores, con el fin de recopilar datos sobre la interacción de las corrientes con el fondo marino.

Esta expedición fue la segunda del SOI en colaboración con científicos argentinos y realizada en aguas del país. El equipo que lideró la primera expedición al cañón submarino de Mar del Plata observó una rica biodiversidad y ecosistemas de coral de aguas frías frágiles. 

“La expedición de Mar del Plata exploró la vida en estos cañones”, dijo Romero. “Ahora, nosotros estudiamos cómo estos cañones propician una biodiversidad tan increíble. Cuáles son los mecanismos —las corrientes y la química— que sustentan toda esta vida”.

“Conocer la forma de los cañones es el primer paso para comprender cómo se mueven las corrientes en su interior”, explicó Romero. Los mapas de alta calidad, obtenidos con datos de los sonares del buque de investigación Falkor (too), revelaron características sorprendentes del fondo marino; algunos cañones tenían paredes escarpadas, mientras que otros presentaban terrazas.

Los científicos saben que los cañones concentran el fitoplancton, la base de la cadena alimentaria marina, a lo largo del talud continental, especialmente cerca de las cabeceras de los cañones y las aguas superficiales, pero nadie había recopilado todos los datos oceanográficos físicos y químicos necesarios que documentaran las condiciones que facilitan las grandes floraciones en estas áreas.

El equipo dedicará los próximos meses a analizar los datos para comprender los mecanismos específicos que impulsan la proliferación de fitoplancton y controlan las corrientes dentro de los cañones submarinos. La investigación aportará información valiosa sobre las floraciones de algas nocivas, la protección de la biodiversidad y la resiliencia ante el cambio climático. Los mapas de alta calidad se entregarán al Servicio Hidrográfico Argentino para mejorar las cartas náuticas. Asimismo, formarán parte de un esfuerzo global para cartografiar el fondo marino a través del proyecto Nippon Foundation-GEBCO Seabed 2030.

“Esta expedición fue un viaje de constante asombro”, afirmó Romero. “No solo llevamos a cabo una profunda y multidisciplinaria investigación marina que arrojará resultados sin precedentes; también construimos una memoria colectiva del océano, suscitamos nuevas preguntas y sembramos las semillas de futuras vocaciones. Demostramos que Argentina es un terreno fértil para la oceanografía de vanguardia”.

El equipo también utilizó el vehículo operado remotamente (ROV) SuBastian, del SOI, para observar la biodiversidad y recolectar muestras en los cañones. Con las cámaras de alta resolución del ROV, descubrieron paredes cubiertas de coral, sedimentos negros que expulsaban burbujas, lo que sugiere la presencia de emanaciones de metano, y grandes cardúmenes de peces.

“Cuando pensamos en el océano, solemos pensar en la abundancia y la fantástica vida que alberga”, afirmó la doctora Jyotika Virmani, directora ejecutiva del Schmidt Ocean Institute. “Sin embargo, esa vida está fuertemente condicionada por la física, la química y la geología del océano; todo está interrelacionado. No podemos comprender una sin la otra, por lo que estudiar la dinámica física es vital para la gestión marina y la economía oceánica local”.

Acerca de las organizaciones

El Schmidt Ocean Institute fue fundado en 2009 por Eric y Wendy Schmidt con el objetivo de impulsar los descubrimientos necesarios para comprender nuestros océanos, cuidar la sostenibilidad de la vida y garantizar la salud de nuestro planeta mediante la realización de investigaciones científicas de gran impacto y observación inteligente, el avance tecnológico, el intercambio abierto de información y la participación pública, todo ello con los más altos estándares de excelencia internacional. Para obtener más información, visite www.schmidtocean.org.

El Departamento de Oceanografía del Servicio Hidrográfico Naval fue creado el 16 de septiembre de 1953, mediante la Orden N° 8 del Director General de Navegación e Hidrografía. Tiene la misión de realizar y promover estudios, levantamientos e investigaciones en oceanografía física, geología, geofísica, química marina y otras ciencias marinas relacionadas con las actividades marítimas que contribuyen al desarrollo económico y científico del país. A lo largo de su trayectoria, el Departamento de Oceanografía se ha consolidado como un instituto nacional de referencia en ciencias marinas, integrando observaciones, análisis y desarrollos tecnológicos que apoyan la cartografía y prestan facilidades para la navegación y diversos servicios públicos establecidos por la Ley N° 19.922 (Ley del Servicio Hidrográfico Naval), que le encomienda la prestación de estos servicios. Su labor proporciona conocimientos fundamentales para la seguridad marítima, la gestión de recursos, el monitoreo ambiental y el fortalecimiento de la economía azul nacional.

Exactas UBA