Para verte mejor

Con la incorporación de un microscopio de características únicas en el país, la Facultad puso en marcha el nuevo Centro de Microscopía de Fluorescencia, que tiene como objetivos brindar servicios, asesoramiento técnico y talleres de capacitación para los usuarios. La utilización de esta tecnología de punta otorgará nuevas posibilidades de trabajo para investigadores y de enseñanza para docentes de grado y posgrado.

15 de diciembre de 2021

No fue fácil. El camino fue largo y hubo que superar muchos obstáculos, pero gracias a la inteligencia y perseverancia de numerosas investigadoras e investigadores de la Facultad, esta historia tiene un final feliz. Todo comenzó allá por el año 2015, cuando el gobierno de aquel entonces lanzó una convocatoria para Proyectos de Modernización de Equipamientos (PME). Se trataba de subsidios por montos muy importantes que permitían financiar la adquisición o mejora de equipos y la modernización de la infraestructura de laboratorios.

“Muchos de los investigadores notábamos que había una desactualización en el equipamiento de microscopía de fluorescencia que tenía la Facultad, que es una de las herramientas fundamentales que se usa en biociencia pero también en otras disciplinas. Y los PME involucraban un monto de dinero suficiente como para incorporar tecnologías modernas que nos iban a brindar nuevas posibilidades de trabajo”, recuerda Valeria Levi, profesora del Departamento de Química Biológica de Exactas UBA e investigadora en el IQUIBICEN (UBA-CONICET). Y completa: “Fijate la relevancia que el tema tendría para la Facultad, que el proyecto fue impulsado por 69 investigadoras e investigadores de todos los departamentos de Biología, más Química Biológica, más Inorgánica y otros”.

La presentación fue exitosa y el subsidio fue otorgado. Pero… pasaron cosas. Pasó que entre la aprobación y la ejecución del PME hubo un cambio de gobierno a nivel nacional y entonces se modificaron las prioridades de inversión. La ciencia y la tecnología dejaron de ser prioridades. Ya no había plata, se congeló la asignación de subsidios y, con el correr del tiempo, las sucesivas devaluaciones hicieron que hacia el final de la administración Macri, el equivalente en dólares del monto asignado se convirtiera en una cifra irrisoria.

“Para darte una idea, el monto final que teníamos era menos del 26% del monto inicial. Entonces, decidimos esperar al cambio de gobierno. Cuando se produjo, nos reunimos con las nuevas autoridades de la Agencia y nos dijeron que tenían la intención de ejecutar los subsidios adeudados y con los montos actualizados. Eso fue increíble. Y así pudimos adquirir algo muy parecido a lo que inicialmente queríamos”, cuenta Levi.

 

Finalmente, este año llegaron a Exactas los equipos tan deseados. Por un lado, se incorporó un microscopio directo confocal clásico que se instaló en el IFIBYNE (UBA – CONICET). Por otro, llegó una pieza de última tecnología de características únicas en el país. Se trata de un microscopio confocal multifotón Carl Zeiss modelo LSM 980. El equipo cuenta con diversos láseres para la visualización de numerosas sondas fluorescentes y detectores de alta sensibilidad. También posee un detector tipo Airy que permite una mejor resolución espacial y accesorios para mediciones en muestras vivas (temperatura y CO2). Además, el control de foco y la platina programable permiten realizar medidas en campos amplios de la muestra, durante períodos largos de tiempo, por lo que es ideal para el estudio de procesos lentos.

“El hecho de ser un microscopio multifotón nos posibilita el acceso a un tipo de tecnología que no teníamos en la Facultad y que es muy importante porque nos permite una penetración a mayores profundidades en los tejidos. Además, al tener una fototoxicidad reducida, daña menos las muestras, lo que hace posible mediciones más extensas. Por otro lado, cuenta con detectores y sistemas láser de última generación y software de control, también de última generación, que permiten detectar y medir a nivel de molécula única, muy difíciles de conseguir de otra manera”, explica Alejandro Colman Lerner, profesor del FBMC e investigador del IFIBYNE.

“Con este microscopio vas a poder ver muestras vivas o fijadas -pero vivas es más difícil- en tres dimensiones, en muchos colores, por más tiempo y sin dañar demasiado las muestras”, se entusiasma Levi. Y detalla: “Los colores son muy importantes para la biología porque uno, para ver un determinado proceso, marca una proteína, por ejemplo, con una sonda fluorescente que emite luz roja. Entonces, se puede ver esa proteína dentro de la célula emitiendo luz roja. Pero también quiero saber cómo interactúa con otra proteína; entonces, la marco con una sonda que emite luz amarilla y a otra, con luz verde. Este microscopio nos permite ver muchos colores al mismo tiempo, así vamos a poder entender mejor procesos más complejos en los que intervienen distintos tipos de moléculas”.

Las múltiples capacidades diferenciales que presenta este nuevo microscopio hacen que muchos científicos de la Facultad estén ansiosos por empezar a utilizarlo, ya permitirá avanzar en sus investigaciones sin tener que depender de colaboraciones con grupos del exterior. “Yo trabajo en trasducción de señales. Estudio cómo las células detectan el medio ambiente y cómo procesan esa información externa para tomar decisiones y realizar procesos en su interior. Y para eso, lo que nos gusta hacer en el laboratorio es localizar y seguir el camino que realizan moléculas individuales adentro de la célula y ver si están formando complejos con otras moléculas o si se mueven rápido o lento. Todas esas mediciones que queremos hacer se van a facilitar mucho con este microscopio”, describe Colman Lerner.

Vamos al Centro

La llegada de este nuevo microscopio con tecnología de punta dio pie a una idea superadora: la creación de un nuevo Centro de Microscopía de Fluorescencia. La iniciativa consistió en rodear al equipo nuevo -que será la joya de este nuevo espacio- con otros microscopios preexistentes que poseen la Facultad y algunos departamentos, y algún otro equipo que ha sido donado, de manera tal de concentrarlos en un espacio único y ofrecerlos a toda la comunidad.

El Centro ya comenzó a funcionar en el segundo piso del Pabellón 2. Ocupa una parte del espacio que dejó libre el IFIBYNE al mudarse a su propio pabellón. Con ese objetivo, en los últimos meses, se estuvo trabajando en modificaciones edilicias para dotar al lugar de las condiciones necesarias para el correcto funcionamiento de los microscopios: una instalación eléctrica adecuada, refrigeración, aislamiento lumínico y demás.

El nuevo espacio cuenta con la presencia permanente de una persona proveniente de la Carrera de Personal de Apoyo a la Investigación y Desarrollo (CPA) del CONICET, que será una técnica especializada en microscopía, que no sólo organizará la distribución de los turnos sino que supervisará el uso de los equipos y entrenará y asesorará a los usuarios.

“El Centro está disponible para toda la comunidad de investigadores e investigadoras, docentes, becarios y estudiantes de Exactas e Institutos CONICET asociados -detalla Levi-. Las personas interesadas puden optar entre dos regímenes de uso. Si los trabajos son esporádicos, elegir que sea la CPA la que haga las mediciones que necesitan. Si, en cambio, van a hacer un uso más rutinario del microscopio, pueden manejarse de manera independiente, pero antes van a tener que realizar una capacitación y demostrar que están en condiciones de operar correctamente el equipo”.

“Lo ideal es que nunca haya turnos libres para el uso de microscopios. Porque eso quiere decir que se están aprovechando al máximo. En especial, para microscopías avanzadas, pero si hay tiempo para microscopías más habituales, también, porque es un microscopio excelente”, señala Colman Lerner y agrega: “Este microscopio va a formar parte del Sistema Nacional de Microscopía y va a tener alguna franja de turnos disponible para que se anote gente que esté por afuera de la facultad”.

Además del enorme aporte que el Centro, en general, y el nuevo equipo, en particular, le brindarán al campo de la investigación, también significarán un cambio cualitativo para la docencia. “Vamos a poder hacer lo que nunca pudimos. Ahora, vamos a tener en un mismo lugar distintos microscopios para mostrarles a los estudiantes diversas técnicas. Además, varios grupos de chicos van a poder trabajar de manera simultánea”, se entusiasma Levi, y anticipa: “Con el centro en funcionamiento, la idea es empezar a dictar con Hernán Grecco (director de la carrera actual) una nueva carrera de especialización en microscopía a partir del año próximo”.

El Centro llevará el nombre de Gregorio Weber, en homenaje al prestigioso científico argentino, multipremiado internacionalmente, que con sus trabajos sentó las bases de la moderna espectroscopía de fluorescencia y realizó importantes contribuciones a la química y la dinámica de las proteínas.

“En un escenario de crisis económica y de falta de recursos, como el que estamos viviendo, la creación de centros de alta tecnología abiertos a las comunidades científicas es una política clave, porque resulta muy pero muy difícil para un solo laboratorio conseguir financiamiento para poder acceder a este tipo de equipos. Por eso, creo que este Centro es un ejemplo a seguir”, cierra Colman Lerner con satisfacción.

En marcha

Los servicios del Centro de Microscopía de Fluorescencia (CMA-MF) ya están habilitados para su uso. La Secretaría de Investigación Científica y Tecnológica de la Facultad comunicó que todas las personas interesadas en utilizar estos equipos que tengan lugar de trabajo en Exactas (Departamentos o Institutos CONICET asociados) deberán completar el formulario de registro.

Una vez que lo hagan, cada usuaria o usuario recibirá las notificaciones y avisos sobre todas las novedades del CMA-MF (servicios, incorporación y estado del equipamiento, entrenamientos para el uso de equipos, capacitaciones, entre otras). En su comunicación, la Secretaría aclara que aquellos usuarios y usuarias que ya completaron alguna vez este formulario tienen que volver a hacerlo dado a que están llevando adelante una actualización de la información. Para más precisiones, pueden contactarse con la coordinadora del Centro, María Victoria Repetto (maria.victoria.repetto@de.fcen.uba.ar ).

Gabriel Rocca