Gorgojos asexuales que se transforman en plagas

Una bacteria parece alterar el aparato reproductor de este insecto, permitiendo que procreen sin necesidad de machos. Con una sola hembra la especie puede propagarse por lugares que antes le resultaban inalcanzables.

9 de agosto de 2010

No hay machos, todas son hembras y se han convertido en plagas agrícolas. Al parecer, una bacteria les afecta el aparato reproductor. No se trata de una película de ciencia ficción, sino de los gorgojos Naupactus cervinus y Naupactus leucoloma que en este momento causan daños en numerosos cultivos en la Argentina y otros países. Una alteración sexual permite que estos insectos de menos de un centímetro de largo no necesiten la fertilización masculina y con un solo espécimen -o mejor dicho una sola- logren procrear y conquistar territorios que antes les resultaban inalcanzables, según detectaron científicas de las Universidades de Buenos Aires (UBA) y de La Plata (UNLP).

“Algunos de estos gorgojos se han convertido en partenogenéticos, es decir que su reproducción dejó de ser sexual y pasó a ser asexual. Desaparecen los machos y quedan sólo hembras, cuyas hijas son genéticamente iguales a sus madres como clones. Esta característica les ha permitido extenderse geográficamente y aumentar la densidad de sus poblaciones hasta convertirse en plagas”, remarca la doctora Viviana Confalonieri de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, quien junto con la doctora Analía Lanteri de la División Entomología del Museo de La Plata dirigieron las tesis de Marcela Rodriguero y Noelia Guzmán en este tema.

La partenogénesis, del vocablo griego «parthenos»= virgen, es una forma de reproducción basada en el desarrollo de células sexuales femeninas no fecundadas. La descendencia es una réplica de la madre, como clones naturales. Si bien esta forma de propagación está presente en la naturaleza y es habitual en plantas y en otros animales; en el caso de los gorgojos la bacteria Wolbachia aparece como sospechosa de causar esta peculiar alteración.

Dentro del mundo de los gorgojos, algunos se reproducen por partenogénesis y otros son bisexuales, es decir que un macho y una hembra se cruzan para dar lugar a la descendencia. Las científicas estudiaron numerosas poblaciones de estos insectos del género Naupactus y encontraron que “las especies asexuales estaban infectadas por la bacteria, en cambio ésta no se registraba en las especies bisexuales. No estamos seguras de que sea la causa, pero existe una asociación efectiva entre la bacteria y la forma asexuada. Es probable que Wolbachia haya sido la causa de los problemas reproductivos en éstos y otros insectos”, sugiere Confalonieri.

Cómo afectan los cultivos

Desde hace años se siguen de cerca estas especies que generan seria preocupación a los productores, por el daño que ocasionan a numerosos cultivos. En el área de origen de estos gorgojos se encuentran poblaciones con los dos sexos, pero en las áreas recientemente colonizadas hay sólo hembras. Esto demostraría que “las especies asexuadas tienen una mayor capacidad colonizadora de áreas marginales que las bisexuales”, acota Confalonieri.

Por eso ahora estos gorgojos se encuentran en la Argentina desde Jujuy hasta Chubut, y también están en Brasil, Uruguay y Paraguay. “Además, el intercambio comercial los llevó a América Central, Europa, Islas del Caribe y del Pacífico, África, Australia, y Estados Unidos. Allí se establecieron sin problemas”, indican las especialistas.

Su dieta muy variada es posiblemente otra de las razones de su éxito y de su supervivencia en áreas tan alejadas. Se alimentan de cítricos, alfalfa, pimiento, plantas ornamentales (camelia, azalea, entre otras), frutales como banano, durazno, damasco, manzano, palta, frambuesa, nogal y frutilla. También atacan especies forestales (eucalipto); hortalizas como remolacha, habas, porotos, o batatas; cereales y cultivos industriales como caña de azúcar, yerba mate y café.

“Las larvas y adultos de los gorgojos tiene diferentes hábitos. Las primeras se alimentan de las raíces de las plantas, royéndolas desde el exterior. Si son raicillas pueden llegar a cortarlas y provocar la muerte de la planta. Los adultos, en cambio, se alimentan principalmente de las hojas, en las cuales dejan unas muescas semicirculares características, pero también suelen dañar los frutos y los brotes tiernos”, especifica la doctora Lanteri.

Comer variado, resistir largos períodos de abstinencia alimentaria, aferrarse firmemente a diversos objetos como plantas o elementos de labranza, pasando inadvertidos, y la característica clave de su forma de procrear, les han permitido llegar a lugares muy distantes de su área original y alcanzar una rápida distribución por el mundo.

A estos resultados se arribó luego de estudiar el ADN de los gorgojos, donde “no sólo están escritas las instrucciones para desarrollar, mantener y reproducir un ser vivo, sino también las huellas de su pasado evolutivo. Así se puede llegar a conocer cuál es el lugar de origen y las plantas hospedadoras naturales de los gorgojos, y reconstruir la rutas de colonización hacia nuevas áreas y diferentes cultivos”, explica Confalonieri. Y concluye: “Wolbachia podría emplearse para producir insectos genéticamente modificados, cuyo tiempo de vida sea más corto, y de este modo será posible controlar naturalmente muchas plagas, sin necesidad de utilizar agroquímicos”.

No todos son perjudiciales
Por alimentarse de diversas plantas, existe la creencia general de que todas las especies de gorgojos son perjudiciales. Sin embargo, algunos son benéficos al ayudar a controlar malezas. En la Argentina se han importado gorgojos desde Nueva Zelanda para el control de los cardos. A su vez, desde nuestro país se han exportado gorgojos acuáticos a los Estados Unidos, para controlar los camalotes y otras malezas flotantes que obstruyen arroyos y canales de riego en los estados de Florida y Mississippi. “Dragar es costoso, requiere de un esfuerzo permanente y al hacerlo se suelen eliminar otras especies, además de las que se desea exterminar. El control químico es inaplicable, por la contaminación que ocasionaría en el agua, de manera que el control biológico aparece como la mejor solución”, relata la doctora Analía Lanteri.

Fuente: Publicado en La Nación el 07/08/2010

Cecilia Draghi