Un proyecto de Exactas ganó un importante subsidio internacional

Un equipo de investigación de la Facultad, en colaboración con un grupo de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, fue seleccionado por el programa SPIRIT de la Swiss National Science Foundation y recibirá un subsidio de 500 mil francos suizos. El proyecto, que se extenderá durante cuatro años, estudiará cómo la forma de las mitocondrias impacta en el funcionamiento celular e incluirá una beca doctoral y otra posdoctoral.

Uno de los proyectos de investigación que dirige la física Luciana Bruno, investigadora del CONICET en el Instituto de Cálculo de la Facultad, obtuvo un subsidio internacional de 500 mil francos suizos, con una duración de cuatro años, en el marco del programa SPIRIT (Swiss Programme for International Research by Scientific Investigation Teams) de la Swiss National Science Foundation, que promueve la colaboración científica internacional en equipos.

El proyecto, desarrollado en colaboración con el equipo suizo de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) liderado por la física Suliana Manley, busca comprender cómo las mitocondrias responden y se adaptan a las señales y fuerzas mecánicas presentes en su entorno celular.

El subsidio incluye una beca doctoral por cuatro años, una beca posdoctoral por un año y fondos para pasantías, insumos de laboratorio y viajes a congresos internacionales para presentar los resultados. “Solicitamos el monto máximo disponible porque el proyecto lo justifica. Nuestra intención es que quien se sume al doctorado tenga una formación integral, que incluya una estadía en el laboratorio suizo y la participación en congresos científicos”, señala Bruno.

La colaboración con Suliana Manley, profesora titular de la EPFL nació a partir de la lectura de sus trabajos científicos. “Me interesaba mucho su enfoque, así que decidí escribirle. Le gustó nuestra manera de trabajar y me propuso postularnos juntas al subsidio. Ella desarrolla microscopios y metodologías de microscopía basadas en el concepto de smart microscopy, que consiste en dotar al microscopio de capacidad de retroalimentación de lo que está viendo: adapta su modo de adquisición en tiempo real según lo que detecta, optimizando la observación según los objetivos de cada investigación”, cuenta Bruno.

El vínculo se consolidó con la pasantía en el EPFL de Agustina Fernández Casafuz, becaria doctoral de la Facultad que pronto defenderá su tesis, y la visita de Manley a Buenos Aires, donde participaron en la organización de un workshop conjunto en la Facultad.

Desde hace varios años, Bruno centra su investigación en el transporte intracelular y la dinámica de organelas, con un interés particular en las mitocondrias. “Desde el punto de vista físico, las mitocondrias son muy interesantes porque se deforman por efecto de las fuerzas intracelulares. Me llamó la atención que, en ese momento, casi no hubiera publicaciones que abordaran ese enfoque”, explica.

Así se consolidó una línea de investigación que Bruno desarrolla junto a Cecilia De Rossi, investigadora del IQUIBICEN (UBA – CONICET), y en la que participan estudiantes de grado y posgrado. “Ella lleva adelante la parte experimental y yo me ocupo del modelado. Nuestro objetivo es entender procesos fundamentales como la mitofagia, el intercambio de contenido entre organelas y cómo la forma mitocondrial se vincula con su eficiencia bioenergética”, detalla.

Los métodos centrales del proyecto abarcan microscopía en células vivas, manipulación optogenética, técnicas de rastreo tipo pulse-chase y análisis avanzado mediante redes neuronales de aprendizaje automático. Paralelamente, el modelado físico se enfocará en investigar cómo las fuerzas que actúan sobre las mitocondrias influyen en sus cambios morfológicos y en su desempeño funcional.

“Buscamos comprender cómo la estructura dinámica de las mitocondrias no sólo se adapta a su entorno, sino que también condiciona su capacidad para responder y desempeñarse. Es ciencia básica, pero con profundas implicancias en la salud y la bioenergética celular”, concluye Bruno.

La gestión de los fondos estará a cargo de la Fundación Ciencias Exactas y Naturales (FUNDACEN) y de la Oficina de Vinculación y Transferencia Tecnológica, lo que facilitará la administración de los pagos, la adquisición de insumos y el sostenimiento institucional de las becas.