Ciencias en la noche
La Facultad organizó La Noche de las Ciencias en Ciudad Universitaria con múltiples actividades lúdico científicas dedicadas a compartir con los visitantes el conocimiento que se genera en las aulas y laboratorios de la universidad pública.
Los espacios del Pabellón 2 y del Cero+Infinito se llenaron de movimiento ni bien pasaron las 20:00 del sábado 7 de diciembre. Y durante cuatro horas más de cinco mil personas participaron de más de 80 propuestas interactivas, pensadas para visitantes de todas las edades, sobre todas las disciplinas y áreas del conocimiento que aborda la Facultad.
En algunas oportunidades las palabras no alcanzan para dimensionar eventos o sucesos, pero esta vez sí: ¡Fue una noche increíble! Y la ciencia tuvo revancha de un año muy difícil y complejo donde el desfinanciamiento presupuestario para el sistema educativo y científico tecnológico, el recorte de becas para investigación y el éxodo de capital humano calificado a otras universidades nacionales y del exterior hicieron que la Universidad y la Facultad tuviera que desarrollar estrategias para mantener su excelencia.
«La Noche de las Ciencias se comenzó a gestar cuando la agenda de actividades en el predio de Ciudad Universitaria imposibilitó que la Facultad pueda realizar la Noche de los Museos en sus edificios, como ya era tradición. Afortunadamente, 15 estaciones se pudieron trasladar al primer piso del maravilloso edificio de la Facultad de Ingeniería –en Las Heras al 2200– donde recibieron las miradas de casi 7 mil visitantes» expresó Santiago Sosa secretario adjunto de Extensión, Cultura Científica y Bienestar de Exactas.
Seiscientos extensionistas, entre estudiantes, docentes e investigadores, coordinaron las propuestas de salas de escape temáticas, estaciones participativas, performances, experimentos interactivos, exhibiciones e instalaciones preparadas para la diversidad de visitantes en esta primera edición.
Desde hace décadas, la Facultad realiza actividades de difusión de las ciencias y de sus carreras de manera sistemática, con la participación y compromiso de investigadores, estudiantes, docentes y nodocentes, en contacto permanente con escuelas secundarias, institutos de profesorado y la comunidad en general. La propuesta de La Noche de las Ciencias en Exactas, al igual que las clásicas Semanas de las Ciencias –destinadas a compartir el conocimiento que circula en nuestras aulas–, las visitas a escuelas y la participación en la Feria del Libro de Buenos Aires, fue organizada por el Equipo de Popularización de la Ciencia de la secretaría de Extensión, Cultura Científica y Bienestar quienes trabajaron coordinadamente con cada uno de los departamentos docentes.
Exploremos la ciencia
En la convocante Sala Silenciosa de la Biblioteca las nueve propuestas didácticas de “Detectives de la Naturaleza” indudablemente atrajeron toda la curiosidad infantil. Cada estación propuso abrir el conocimiento para la investigación, desde los modos involuntarios con los que se crían mosquitos en cada vivienda doméstica (y las modalidades para prevenir su propagación), hasta descubrir la milimétrica dimensión de los micro invertebrados en las plantas, capturar pequeños roedores y comprender más sobre los primeros primates que poblaron la Tierra.
En el patio central del Pabellón 2, la observación a través de los microscopios no tuvo límite de edad y la experiencia de encontrar y descubrir seres minúsculos, compuestos químicos y moléculas cautivó la curiosidad de todos y todas. “Química de película”, “Hongos al rescate” y “Los fósiles y sus secretos” fueron algunas de las 53 atracciones interactivas que permitieron al público realizar, en algunos casos, sus primeros hallazgos científicos.
En el Cero, “Los puentes de Königsberg” propusieron una gran incógnita para quienes se animaban a resolver cómo atravesar diferentes puentes pasando una sola vez. En el “Cañón de remolinos” y en “El espacio es curvo” cada visitante vivió su primer acercamiento con la física de los fluidos y las masas gravitatorias del cosmos. Además, a través de experimentos descubrieron cómo funcionan las tormentas y los tornados, el movimiento y funcionamiento del agua y del aire en el planeta.
En los espacios verdes exteriores las propuestas culturales incluyeron al stand divulgativo “Estación socio ambiental” con las iniciativas ambientales que realiza la Facultad desde la secretaría de Extensión Cultura Científica y Bienestar, el “Ensamble sonoro de voltajes y campos electromagnéticos” para explorar los dispositivos sonoros como el theremin, inductores y una cinta abierta y un concurrido telescopio –de EnDiAs de la Universidad Nacional de General Sarmiento– para indagar “La noche y sus misterios” con los anillos de Saturno, los cráteres de la Luna, Orión y otras constelaciones.
Las siete salas de escape propusieron desarrollar el ingenio para aprender nuevos conocimientos y resolver enigmas que pusieron a prueba las propias habilidades. En “ViroEscape, en búsqueda del antiviral” a través de diferentes acertijos cada participante formó parte de ensayos para dar fin a una nueva pandemia mientras que en “Escapando del cambio climático” con la ayuda colectiva se logró recuperar el informe perdido para detener el calentamiento global, que provoca el deshielo de los polos y sube el nivel del mar.
Fue una noche muy especial para Exactas, durante las semanas previas el cóctel de emociones fue una verdadera montaña rusa. Pero la emoción y la satisfacción le ganó a las preocupaciones y a los nervios. Las ganas de descubrir y participar de la ciencia estuvo presente en cada espacio” concluyó Santiago Sosa como balance de una gran experiencia.
En esta primera edición, augurando que sea la primera de muchas más, la comunidad de Exactas pudo dedicar una noche a las ciencias como tema central y cerró el año con un gran festejo. Para contar, mostrar, responder y explicar al público de qué se trata la construcción del conocimiento científico y su valor fundamental para toda la sociedad.