
Plata y bronce en las Olimpíadas de Química
Se celebró en Zurich, Suiza, la 55º Olimpíada Internacional de Química. Con la tutoría de docentes de la Facultad, todo el equipo argentino volvió con medallas. Un nuevo logro en certámenes internacionales del Programa Olimpíada Argentina de Química.
El martes 25 de julio culminó la edición 2023 de la Olimpíada Internacional de Química en Zurich y el equipo argentino pudo celebrar. Del certamen participaron más de trescientos estudiantes de ochenta y cuatro países. Los cuatro representantes de Argentina obtuvieron medallas.
Tomás Santillán y Santiago Sirena, ambos de la Escuela Técnica ORT de la Ciudad de Buenos Aires, alcanzaron medallas de bronce, al igual que Melany Denise Algarbe, de la Escuela Técnica N° 469, Estanislao Zeballos, de Rosario, Santa Fe. Por su parte, Pablo Rossetti, del Colegio Nacional de Buenos Aires, se hizo de una medalla de Plata. El equipo fue acompañado por Juan Pablo Marcolongo y Rosalía Agusti como mentores, ambos docentes e investigadores de Exactas.
Sirena y Santillán, a su vez, vienen de ser medallistas en las últimas Olimpiadas Iberoamericanas de Química, celebradas en México durante octubre del año pasado. Por su parte, Melany Algarbe, además, integra el escaso 18 por ciento de participantes mujeres del certamen.
“Hace mucho que no lográbamos que haya una mujer en nuestro equipo y es algo que nos llena de alegría”, expresa Soledad Antonel, una de las responsables del área de certámenes del Programa Olimpíada Argentina de Química. “En estos eventos, los equipos de cada país suelen estar conformados únicamente por varones”, agrega.
Para Antonel, que además es investigadora del CONICET y docente en el Departamento de Química Inorgánica, Analítica y Química Física de la Facultad, el objetivo no solo es competir. “Esto es una gran motivación para que los chicos y chicas estudien química. Frente a la preocupación actual por el triste descenso del ingreso de estudiantes a la licenciatura en Ciencias Químicas, este programa, justamente, acerca la química a estudiantes secundarios de todo el país”.
Entrenamiento olímpico
El camino para llegar a la competencia internacional es arduo y competitivo. Quienes lo lograron tuvieron que atravesar el certamen nacional con éxito y superar distintas instancias de preselección.
“Convocamos a veinticuatro estudiantes con las mejores calificaciones en los niveles más altos de la competencia nacional y los invitamos al proceso de entrenamiento y selección para conformar el equipo internacional y el iberoamericano”, explica la investigadora.
Ese grupo de estudiantes seleccionado concurre a la Facultad, tanto a clases teóricas de las distintas ramas de la química (orgánica, inorgánica, analítica y física) como a clases de laboratorio. Luego de rendir exámenes se conforma un orden de mérito por el cual los primeros doce pasan a la segunda etapa de entrenamiento. Allí, vuelven a recibir clases y a rendir exámenes. En base a un nuevo orden de mérito se conforman los equipos. Así quedó seleccionado el grupo que viajó a Suiza para representar al país.
Antonel destaca el nivel de complejidad y exigencia de la competición: “El examen teórico tiene 98 páginas que se deben resolver en cinco horas, es un promedio de media hora de resolución para cada problema que, además, son larguísimos”. Y agrega: “Debemos entrenarlos no solo para enseñarles los temas de nivel avanzado sino para que aprendan a toparse con un examen tan largo”.
Además de la parte teórica, el certamen cuenta con un examen experimental. Según Antonel, son prácticas “largas, difíciles y muy demandantes”, y continúa: “El temario de esta olimpíada internacional tuvo un nivel muy avanzado, diría más que universitario, hay temas que no se llegan a ver en la carrera”.
Por eso, el entrenamiento es intenso y requiere mucho acompañamiento. “Tenemos un equipo docente maravilloso que no solo enseña a la perfección todo lo que los chicos tienen que saber sino que además acompañan en lo emocional. Es muy competitivo y son chicos y chicas de escuelas secundarias de entre 18 y 19 años que necesitan ayuda para manejar los nervios y las inseguridades”, destaca Antonel.
Creado por la Facultad en 1991, el Programa Olimpíada Argentina de Química se propuso “contribuir a mejorar las condiciones para la enseñanza de la química”. Cuenta con financiamiento del Ministerio de Educación de la Nación y ha venido creciendo sostenidamente. Luis Baraldo, responsable del Programa, celebra los logros obtenidos en Zurich: “Es una gran alegría y la confirmación de que seguimos por el buen camino”.
“Para nosotros, volver a un certamen internacional presencial, el primero desde 2019, significa recuperar plenamente todas las actividades presenciales del programa. Y volver con medallas nos pone muy felices y nos impulsa a más. Para este año, ya estamos organizando la edición 33 del certamen nacional”, anticipa Baraldo.
El cuerpo técnico
El equipo olímpico se completa con los siguientes docentes, investigadores e investigadoras de la Facultad que trabajaron en el entrenamiento: Rosalía Agusti, Nicolás González Bardeci, Jonathan Semelak, Cecilia Sorbello, Cecilia Gallego, Romina Cingolani, Pablo Morrone, Agostina Mazzeo, Natalia Rascón.