De la idea a la empresa

En un acto del que participaron autoridades nacionales, de la Facultad, docentes y alumnos, se dieron a conocer los siete proyectos que, con el apoyo de Incubacén, lograron elaborar un plan de negocios completo para sus emprendimientos. Un jurado otorgó un importante premio monetario a la mejor presentación y también una mención de honor para una de las iniciativas que ya está facturando.

28 de mayo de 2008

“Pensábamos que estábamos en la lucha, pero también que todavía nos faltaba para que el proyecto pudiera ser ganador. Por ahí es un problema que tenemos la gente de ciencia, Nosotros no publicamos un paper científico hasta que no estamos un ciento por ciento seguros de que la cosa es como creemos que es, sin embargo, en una empresa, se corren mayores riesgos. En el mundo de los negocios las certezas totales no existen”, reflexionó entusiasmado Eduardo Cortón, biólogo e integrante del equipo premiado.

Cortón junto con la estudiante de biología Astrid Hilding Ohlsson y Marcos Paredi, estudiante de Administración de Empresas, presentaron a mediados del año pasado, en la convocatoria de Incubacén, el proyecto “Desarrollo de biosensores o lenguas electrónicas para el diagnóstico rápido de mastitis subclínica”, que tenía como objetivo desarrollar un método de detección de esta enfermedad, confiable, instantáneo y de fácil manipulación. Las vacas afectadas por la mastitis, disminuyen la cantidad y calidad de su producción lechera.

Esa iniciativa, que era apenas una idea, luego de varios meses de trabajo, con el apoyo de la incubadora de empresas de la Facultad, modificó su nombre original por el mucho más vendedor Intensive Farm Care Products, y en su presentación señala que el emprendimiento apunta a “diseñar, producir y comercializar equipos analíticos para la detección de problemas sanitarios en bovinos lecheros y otros animales lecheros”.

Intensive Farm Care Products, recibió el “Premio InnovaTekne Mejor Plan de Negocio” que otorga una suma de veinte mil pesos para utilizar en el desarrollo del emprendimiento. “Tenemos pensado invertir buena parte de ese dinero en los aspectos que están fuera de nuestra expertise técnica, investigando, por ejemplo, si existen productos similares actualmente en el mercado y cuál puede ser el mejor nicho para el desarrollo de nuestra empresa”, explicó Cortón, haciendo gala de un fluido léxico comercial.

“La idea surgió como un proyecto de investigación tradicional -cuenta Hilding Ohlsson-. Y fue a partir del llamado de Incubacén que pensamos que podía tener una veta empresarial. Además Incubacén lo hizo muy bien porque, en principio, sólo nos pidió una página con la idea y fue avanzando con plazos cortos y metas simples, que vos veías que se podían cumplir. De a poco, nos fueron llevando hacia metas más grandes y al mismo tiempo nos iban capacitando. Yo creo que sin el apoyo de Incubacén, esto se hubiera quedado como un proyecto puramente académico”.

Buen clima

Además del premio mayor, el jurado decidió distinguir con una mención de honor al proyecto e-met por ser el primer spin off de la Facultad que ya tiene clientes y se encuentra facturando. La iniciativa está conformada por: Claudia Campetella, Carolina Cerrudo, Cristobal Mulleady, Juan Martín Del Oso y Matías Bertolotti, todos ellos integrantes del departamento de Ciencias de la Atmósfera.

En la página web de Incubacen, e-met se presenta como una empresa que brinda servicios meteorológicos de avanzada, con el objetivo de que dichos servicios estén orientados a solventar la toma de decisiones concretas, cubriendo, de esta manera, un campo aún inexplorado en materia de servicios empresariales.

“En realidad no esperábamos esta mención y la verdad es que fue una grata sorpresa”, afirmó contento Bertolotti. Con relación a cómo surgió su primer cliente relató:” Hacia fines del año pasado la empresa TyC Sports se acercó a Incubacén y justamente estaba requiriendo un pronóstico del tiempo para un noticiero que iba a empezar a partir del mes de febrero. También necesitaban un meteorólogo que estuviera en el programa presentándolo, de eso se ocupa Juan Martín (Del Oso) que está los sábados y domingos en el canal. Y bueno desde ese momento los estamos acompañando”.

El grupo no se conforma y ya se encuentra en la búsqueda de más clientes, para lo cual, entre otras cosas, ha desarrollado una página web (http://www.e-met.com.ar) que ya se encuentra on line, en la que pueden consultarse, por ejemplo, el pronóstico diario y el extendido a tres días. “También tenemos una parte dedicada a la divulgación de la meteorología, con respuestas a preguntas que la gente se hace con frecuencia, como qué es un frente, o cuáles son las diferencias entre un tornado y un huracán. Y también tenemos una parte en la que detallamos todos los servicios que ofrecemos, desde turismo, energía, industrias, agro, deportes y comunicaciones”, detalló Cerrudo.

Respecto de la extrañeza y aun la incomodidad que generan este tipo de iniciativas en algunos ámbitos de la Facultad, Bertolotti señaló: “cuando uno ve lo que pasa en universidades de otros países, se da cuenta que de no es nada del otro mundo, allá es natural que esto suceda. Así que si bien a algunos todavía les puede resultar novedoso o incluso raro, yo creo que es a lo que hay que apuntar”.

Cambio cultural, se busca

El acto, que se llevó a cabo en el Aula Seminario del Inquimae, contó con la presencia, además de las autoridades de la Facultad; del Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao; la secretaria de Planeamiento de esa cartera, Ruth Ladenheim, y el presidente de la empresa InnovaTekné, Tobías Schmukler.

La ceremonia se desarrolló en un clima informal, distendido y de satisfacción por el esfuerzo y la calidad del trabajo de todos los grupos que lograron completar el proceso de preincubación que comenzó a mediados del año pasado. Los siete proyectos que lograron presentar su plan de negocios, ingresan ahora a la etapa de incubación, durante la cual Incubacén les seguirá brindando asesoramiento y recursos para que obtengan los fondos necesarios para su desarrollo, como servicios profesionales, sala de reuniones, equipos de oficina en forma compartida, apoyo institucional, acceso a la red de vínculos, posibilidad de espacio en laboratorios y apoyo científico. El objetivo, es que cada una de las iniciativas se consolide y finalmente se desvincule de la incubadora.

“La verdad es que este es un cierre muy significativo para nosotros, por todo el trabajo que han hecho para llegar al final de esta convocatoria de ideas-proyecto 2007 con siete planes de negocios completos sobre dieciséis iniciativas presentadas. Digo que es un cierre, pero, sin embargo, no deja de ser un comienzo, porque hay que seguir trabajando para que todos estos proyectos se constituyan como empresas”, señaló Laura Pregliasco, secretaria adjunta de Investigación de la Facultad, y agregó, “digo que falta un largo camino, a ustedes con el proyecto y a nosotros tratando de que esta iniciativa se replique en el resto de la UBA”.

A su vez, Tobías Schmukler quiso destacar que “estamos frente a un hecho concreto de articulación entre el ámbito privado y el Estado, en este caso la Facultad de Ciencias Exactas y sus investigadores, donde han confluido ideas científicas, planes de negocios, premios, y la posibilidad de que haya capital emprendedor que los financie, para que estas ideas se transformen en pequeñas empresas, que generen trabajo, riqueza, servicios y productos en Argentina”.

El decano de la Facultad, Jorge Aliaga, recordó lo difícil que fue poner en marcha esta idea, en el 2002, cuando fue impulsada por Lino Barañao, quien, en ese momento, se desempeñaba como secretario de Investigación de Exactas. “Por eso siento que este es un lindo momento y me parece que es una buena muestra de que Exactas abarca un poco más de lo que se le suele reconocer, en el sentido de que siempre se destaca la parte de investigación, pero Exactas también hace actividades de extensión hacia la sociedad y transferencia de tecnología. Esperemos que en los próximos meses podamos hacer nuevas convocatorias, nuevos lanzamientos y consolidar los proyectos que hoy ya están funcionando”.

Finalmente Barañao remarcó lo natural que resulta en las instituciones académicas más prestigiosas del mundo este tipo de políticas de transferencia.”Hace poco estuve en Oxford. Para presentar a los departamentos docentes, ellos muestran el número de publicaciones, de premios Nobel y de empresas que han surgido de esa institución. Hoy por hoy es un requisito de todo departamento científico demostrar que una parte del conocimiento que se genera es potencialmente aplicable y que esa institución está en condiciones de acompañar ese proceso. Eso implica un cambio cultural, un proceso muy complejo de legitimación de esa actividad dentro del propio ámbito académico. Me parece muy importante que esta Facultad sea la que lidere este cambio cultural que es tan necesario para nuestro país”.

Viaje al corazón de los negocios
Entre julio y agosto de 2007 se desarrolló la convocatoria de ideas-proyecto planificada por Incubacén. Durante el llamado se presentaron 25 iniciativas de las cuales 16 accedieron a la etapa de preincubación. En ese momento estaba previsto otorgar un premio para el mejor proyecto, donado por la empresa InnovaTekne, que consistía en un viaje con todos los gastos a Estados Unidos para dos integrantes del grupo ganador. Sin embargo dada la calidad de las iniciativas presentadas, el jurado decidió que fuera compartido por dos grupos.

El objetivo del viaje era que al menos dos emprendedores conozcan los mecanismos de creación de empresas en Estados Unidos y puedan mejorar sus presentaciones a la hora de buscar inversores para sus proyectos.

De esta manera, entre el 26 de abril y el 3 de mayo de 2008, Eduardo Cortón, por el grupo “Mastitis” y Silvia Lade por el proyecto “Nisina”, concretaron la experiencia, a la que se sumaron otras dos integrantes de este último grupo, Natalia Fernández Erase y Alicia Zelada, quienes decidieron viajar con recursos propios. Todo el recorrido fue supervisado por el coordinador de Incubacén Leandro Roldán.

Durante la estadía los viajeros visitaron la Universidad de Miami, donde se reunieron con personas que trabajan incubadoras de empresas y conocieron el proyecto de innovación de esa casa de estudios. Luego se dirigieron más al norte, a la Universidad de Boston, donde observaron cómo trabajaba su incubadora de empresas y finalmente fueron recibidos en la escuela de negocios Babson College.

“Fue mucho más exigente que lo que había pensado antes de salir -confesó Cortón-. Nos organizaron una agenda llena de reuniones, de entrevistas y de intercambio. Hemos tenido la oportunidad de hablar con gente con mucha experiencia en bussines, mucha experiencia en transferencia tecnológica, y esa gente nos contó cómo funcionan sus incubadoras, cómo tratan de vincular a las universidades con las empresas y cómo se mueve el dinero que es atraído por las oportunidades de negocios”.

Para Fernández Erase, si bien las realidades que se viven aquí y allá son muy distintas, consideró valiosa “la actitud que tienen frente a los negocios. Cuando nosotros les hablábamos de nuestro proyecto, nos decían: ‘tienen que pensar las cosas a otra escala, con otra actitud, más a lo grande’. En realidad ése fue el mensaje que yo me traje. Tenemos mucho que aprender de esa estructura de pensamiento”, y agregó, “el viaje me resultó enriquecedor, para el proyecto y para mí como persona por la energía que me inyectó”.

Fuente: El Cable Nro. 687

Gabriel Rocca