
Más cerca de la meta
Finalizó otra etapa del Programa diseñado para acompañar a los estudiantes que aspiran a seguir carreras de la Facultad y que se propone disminuir la fuerte deserción que se produce durante el CBC. Las evaluaciones del curso de nivelación de matemáticas, que acaba de concluir, indican que la experiencia piloto está bien encaminada.
“Me sirvió un montón”. La expresión de Gonzalo sintetiza la opinión de la gran mayoría de los 324 alumnos que completaron las cuatro semanas del curso de nivelación de matemáticas, una actividad enmarcada en el “Programa de Ingresantes – CBC Exactas” que, con el apoyo del Ministerio de Educación, comenzó a desarrollarse en octubre del año pasado.
El problema: más de la mitad de quienes se inscriben en el Ciclo Básico Común para estudiar algunas de las carreras que se dictan en Exactas nunca llega a la Facultad. La hipótesis: las materias del CBC relacionadas con la matemática -específicamente Álgebra y Análisis Matemático- serían un obstáculo insalvable para muchos de los que, finalmente, desertan. La propuesta: un programa para acompañar a los ingresantes que lo deseen, no sólo en los problemas de matemática sino, también, en otras dificultades propias de la incipiente aventura universitaria.
¿Matemática…estás ahí?
La etapa del Programa que acaba de finalizar consistió en un curso de nivelación de matemática -optativo- que fue desarrollado en 16 comisiones que abarcaron los tres turnos, con dos docentes por grupo: “Hubo 650 alumnos inscriptos, de los cuales alrededor de 450 dieron la primera prueba diagnóstica”, indica Jorge Zilber, profesor de Exactas a cargo de la coordinación general del curso. “Ese examen inicial nos permitió comprobar que los estudiantes llegan con niveles muy disímiles, muchos de ellos por debajo de lo que es necesario para cursar satisfactoriamente las materias de matemática del CBC”, completa.
Cada comisión estaba conducida por un graduado y un estudiante de la Facultad, seleccionados oportunamente por un comité: “La mayoría de estas personas tienen buena experiencia en la enseñanza, porque son docentes de la Facultad y, también, porque habitualmente dictan clases en el Ciclo Básico Común”, señala Julián Fernández Bonder, coordinador docente del curso.
Según Bonder, esta experiencia previa de los docentes “posibilitó trabajar sobre los errores típicos que cometen los chicos, y por los cuales después fracasan en los cursos de matemáticas del CBC”. Para el coordinador de los instructores, las falencias asoman en las cuestiones más básicas: “Cuando se les enseña cálculo de derivadas e integrales lo hacen muy bien pero, curiosamente, no pueden resolver correctamente una simplificación de números fraccionarios”, explica, y opina: “Quizá, esto se deba a que a lo largo de las etapas anteriores de aprendizaje resolvían los problemas de manera mecánica y no reflexiva”.
El final del curso de nivelación estuvo marcado por una segunda prueba diagnóstica que procuró determinar si hubo alguna mejora en los cursantes: “Si se compara el promedio general de las dos evaluaciones, puede decirse que hubo un progreso significativo. Pero, lo más importante es que los chicos aprendieron el razonamiento matemático, cosa que no traían del colegio. Además, se animan a consultar a los docentes, que es uno de los problemas en el CBC, que los chicos no consultan y se quedan con las dudas”, comenta Zilber.
“Si me hubiera encontrado con este examen antes de vivir esta experiencia, seguramente me habría cambiado de carrera, porque hubiera sentido que no era capaz de resolverlo”, confiesa Jorge, futuro estudiante de física.
Lo que viene
Comienza ahora una nueva etapa del Programa de Ingresantes, que consiste en un dispositivo diseñado para acompañar -durante todo su recorrido por el CBC- a los aspirantes a las carreras de la Facultad: “Se trata de un sistema de tutorías que no sólo está pensado como un acompañamiento académico sino, además, como una manera de hacer que el ambiente universitario se haga más amigable para el ingresante”, explica Claudia Zelzman, directora de la Dirección de Orientación Vocacional de la Facultad.
Según la psicopedagoga, las tutorías pretenden que el estudiante pueda conocer y utilizar las herramientas necesarias para desenvolverse en el -a veces desconcertante- ámbito del CBC, tanto en lo relativo a los materiales de estudio como en lo referente a las consultas académicas o, incluso, a los trámites administrativos. De hecho, los criterios con los que se seleccionará a los tutores -que serán graduados que trabajan como docentes en la Facultad- da una pauta de ese objetivo: “Vamos a elegir como tutores a personas que tengan la capacidad de escuchar las necesidades de los estudiantes. El tutor no tiene que ser un ‘sabelotodo’, no tiene que dar respuestas a todo. Tiene que ser capaz de brindar herramientas que faciliten el desenvolvimiento de los chicos en la institución”, aclara Zelzman.
Conforme con la iniciativa, Bonder hace una reflexión final: “Cuando yo era estudiante, sentía que a la Facultad sólo le interesaban los alumnos a los que les iba bien. Que ahora nos preguntemos por qué hay estudiantes que están fracasando, y qué podemos hacer nosotros al respecto, me parece un cambio cultural muy positivo”.
Fuente: El Cable Nro. 712