Superbarbijo y barbijo social

La Facultad recibió 500 metros de tela de manos de la empresa que produce los nuevos barbijos antivirales como contraparte por el conocimiento aportado. En tiempo record, esa tela ya fue donada y está en manos de cooperativas que se encuentran fabricando barbijos para su comunidad, con fines solidarios.

Apenas llegaron al Pabellón 2, los rollos de tela para fabricar barbijos antivirales ya quemaban en las manos: la potencialidad de que se convirtieran en elementos de protección contra el coronavirus, y pudieran salvar vidas, requería urgencia. La tela fue recibida por las autoridades de parte de la empresa Kovi SRL, como contraparte del convenio que permitió producir barbijos a partir de un desarrollo innovador de grupos de investigación de Exactas UBA y de UNSAM. De acuerdo con lo establecido, la pyme textil se comprometió a entregar mensualmente el 10% de la tela producida a las instituciones, lo que se tradujo los 500 metros de material que fue recibido en la Facultad el 19  de agosto.

“La tela que recibimos permite confeccionar más de 22.000 barbijos. Consideramos que era necesario acelerar los procesos para que pudiera llegar pronto a cooperativas que los elaboren y los distribuyan a la población más necesitada, teniendo en cuenta la dramática situación sanitaria”, explica Ana Quaglino, secretaria adjunta de Extensión, Cultura Científica y Bienestar. Y así fue: ya desde antes de la recepción de las telas, la Facultad había comenzado los contactos con posibles destinatarios.

A los cuatro días de haber ingresado la tela a la Facultad, estaba saliendo camino a su destino de producción; trabajo que fue coordinado entre la SECCB y la Oficina de Vinculación y Transferencia Tecnológica de la Secretaría de Investigación.

El insumo para los “superbarbijos” se distribuyó entre tres destinatarios: la Red de Cooperativas Textiles que tiene alcance nacional, la Cooperativa Evita Compañera -de AMBA- y, la Facultad de Filosofía y Letras que pidió tela para que a través su Centro Universitario Tilcara en Jujuy, se coordine la distribución de tela, una red de pobladores de Maimará, Tilcara y Humahuaca — que cuenta con máquinas para elaborar barbijos. Exactas, a su vez, recibirá información del avance y destino de las piezas; entre las condiciones que se le imponen a quienes elaboren los barbijos está el no modificar la tela ni colocar sellos, estampados ni marcarlos, ya que podría perder sus propiedades.

Pero la historia no termina ahí. La Facultad requirió que una parte de los barbijos confeccionados les fuera donada para distribuirla entre sus trabajadores que estén cumpliendo tareas esenciales. Y en el día de ayer se recibió la primera tanda: 250 barbijos procedentes de la Red de Cooperativas Textiles.

En medio de la pandemia, el tiempo apremia. Quaglino detalla al respecto: “Lo que queremos es hacer todo lo posible para que, en cuanto la empresa tenga lista su entrega mensual la recibamos; que llegue rápido a las textiles, que hagan los barbijos y que esos barbijos estén en las manos de las personas que lo necesitan lo antes posible”. La movida, además de permitir el acceso a un elemento que se considera indispensable para disminuir la posibilidad de contagio, implica generar trabajo para muchas de las personas involucradas en su elaboración.

El barbijo, elaborado con tres capas, no sólo disminuye sensiblemente la posibilidad de infectarse con coronavirus o de contagiar a otros. Es, además, autosanitizante. La tela tiene propiedades bactericidas y fungicidas, lo que evita que el usuario respire sus propios gérmenes.

El innovador producto y su tecnología, desarrollada por la investigadora de Exactas UBA Silvia Goyanes junto a un equipo de científicos del IFIBA y del Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de San Martín, se comercializa con el nombre de Atom-Protect. La licencia de la tecnología a la empresa Kovi SRL se realizó a través de  la firma de un convenio entre el CONICET, Exactas UBA, la UNSAM y Kovi, que es la encargada de producir la tela.