La historia olvidada de las encuestas

El Programa de Historia de Exactas organizó la presentación del nuevo número La Ménsula. En esta oportunidad, la publicación hace referencia al violento rechazo que recibió la implementación de las Encuestas de Evaluación Docente en el Departamento de Biología por parte de grupos reaccionarios y medios de comunicación durante los primeros meses de la recuperación democrática.

11 de diciembre de 2014

“Hace un tiempo fui invitado a presidir el jurado de un concurso de profesores en el área de ciencias biológicas. En un momento me puse a charlar con el veedor estudiantil y le pregunté qué decían los EADIS de los postulantes y me respondió displicentemente que no los había visto y tampoco le daba mucha importancia. Ahí perdí toda solemnidad y le dije ‘no pibe, es la opinión de tus compañeros. ¡Vos no tenés idea del sudor y la sangre que costó!’”, rememora sonriendo Martín Giurfa, hoy director del Centre de Recherches sur la Cognition Animale (CNRS) y hace treinta años presidente del Centro de Estudiantes de Ciencias Exactas.

Las encuestas de Evaluación Docente, popularmente conocidas como EADIS, siguieron el camino de tantos logros nacidos en medio de polémicas y fuertes tensiones políticas que un tiempo después se naturalizan, quedan incorporados al paisaje cotidiano y su conflictiva historia termina perdiéndose en el tiempo. Justamente, para recuperar su singular origen, el Programa de Historia de la Facultad (PrH) le dedicó el Nro. 20. de La Ménsula cuya presentación, como es habitual, se desarrolló con una mesa redonda que contó con la participación de Giurfa; Juan Carlos Reboreda, decano de Exactas; Raúl Carnota, integrante del PrH, y la moderación Eduardo Díaz de Guijarro, coordinador del PrH.

Lo central del episodio se remonta a los primeros pasos durante la reconstrucción de la democracia, en tiempos del gobierno de Raúl Alfonsín, el rector normalizador de la UBA, Francisco Delich, el decano normalizador de Exactas, Gregorio Klimovsky, y el protagonismo desbordante del movimiento estudiantil.

“El principal problema de la normalización era la situación del claustro de profesores. El cuerpo docente estaba diezmado después de todo tipo de discriminaciones y persecuciones coronado por unos concursos masivos de profesores llevados a cabo en un contexto represivo en 1982. Frente a esta situación se configuran dos tendencias en pugna: una posición dialogadora continuista y otra tendencia rupturista que confrontaba con la herencia de la dictadura”, comenta Raúl Carnota, autor del minucioso trabajo de investigación publicado en La Ménsula.

Carnota encuentra en ese contexto político más amplio la explicación de la extraordinaria repercusión que tuvo la creación de las EADIS en la prensa. Los grandes medios – como La Nación, Clarín, Ámbito Financiero, la revista Gente- no ahorraron recursos para cuestionar una medida que, afirmaban, “pone en jaque permanente a la docencia universitaria”. Descargaron periódicamente munición pesada sobre el decano Klimovsky y se alinearon en apoyo al rector Delich que calificaba al proceso de transformación encarado en Exactas UBA de “terrorismo intelectual”.

“En el fondo –sugiere Carnota- el episodio de las encuestas fue utilizado por las distintas fuerzas para escenificar el conflicto. No podemos entender las encuestas sin entender la puja política que había entorno a la anulación o continuidad de los concursos de la dictadura”.

La perspectiva de Martín Giurfa estuvo centrada en el interior del proceso de renovación encarado por Héctor Maldonado, nombrado por Klimovsky como director del Departamento de Biología, y el compromiso estudiantil con la transformación universitaria. “La carrera de Ciencias Biológicas fue, probablemente, la más afectada por los años de la dictadura. Los profesores representaban tendencias absolutamente retrógradas, y la carrera estaba organizada como una carrera de biología de 1870, como un cajón polvoriento de museo, sin lugar para la biología molecular, ni fisiología del comportamiento, ni la ecología. En ese contexto, aparece el compromiso vital de Héctor Maldonado que, teniendo una carrera brillante en el exterior, decide volver a la Argentina a embarrarse para transformar el Departamento de Biología. El movimiento estudiantil sabía que era mucho lo que se jugaba y se comprometió a fondo”, explica Giurfa.

A su turno, el actual decano de la Exactas, Juan Carlos Reboreda, se remontó a principios de los ochenta, cuando trabajaba en su doctorado en Ciencias Biológicas con una beca del CONICET en el IBYME. “La presencia de un pequeño grupo de profesores estaba cambiando el clima en el Departamento. Por un lado Maldonado, por otro Osvaldo Reig, y no se puede dejar de nombrar a Guillermo Tell, que fue uno de los pocos profesores que, habiendo concursado y ganado su cargo en los concursos de 1982, se autoimpugnó condenando los vicios con que fueron realizados los concursos de la dictadura”.

Luego de las exposiciones se abrió el debate, pero antes se aclaró una duda persistente: ¿Qué quiere decir EADI? Giurfa y Omar Coso, actual profesor y por entonces militante estudiantil, lo aclararon: Encuesta Auxiliar Docente Individual, como lo recordara Coso: “palabras para suavizar el impacto y amortiguar el rechazo”.

A leer
Todos los interesados en leer la investigación completa publicada en el Nro. 20 de La Ménsula pueden encontrarla on line en http://digital.bl.fcen.uba.ar > Publicaciones > La Ménsula

Fuente: El Cable Nro. 856

Carlos Borches