El reclamo continúa

Con la comunidad de la Facultad sosteniendo la consigna “Defendamos a Exactas”, el decano Reboreda dio una charla informativa con los detalles del problema presupuestario que afronta la institución. De acuerdo con lo ocurrido ayer en el Consejo Superior, el reclamo de distribución justa del presupuesto sigue sin tener eco en Rectorado ni en el resto de las facultades: se aprobó la distribución que impone un techo porcentual a Exactas.

26 de junio de 2015

“Defendamos a Exactas” fue la consigna central en la movilización del miércoles de la semana pasada, con bandera gigante incluida, y mantiene fuerza entre la comunidad de la Facultad, que no deja de expresar su preocupación por la distribución del presupuesto puertas adentro de la UBA. La Facultad, a través del vicedecano Luis Baraldo, presentó en la Comisión de Presupuesto del Consejo Superior una propuesta alternativa para darle un tratamiento más justo a la distribución del presupuesto de actualización para gastos de funcionamiento, pero ayer, durante la sesión plenaria del Consejo, se aprobó la distribución con piso y techo porcentual, que vuelve a afectar directamente a Exactas. Los únicos dos votos en contra fueron de los representantes de la Facultad, el decano Juan Carlos Reboreda y el consejero por Graduados Alejandro Nadra.

Para hacer accesible la información sobre distribución presupuestaria, transcribimos a continuación las partes centrales de la charla que dio el decano Reboreda el lunes pasado frente a más de 500 concurrentes en el marco de la campaña #DefendamosExactas. Los cuadros y datos comparativos que apoyaron la exposición del decano pueden consultarse enhttp://bit.ly/charlaReboreda.

Los presupuestos de Exactas y de la UBA

“El presupuesto anual de la Facultad en 2015 es de 379,6 millones de pesos, que se distribuyen en 370,1 millones para salarios y 9,5 para gastos de funcionamiento. El 59% del presupuesto de la UBA es para las facultades, el resto se distribuye entre CBC, colegios secundarios, hospitales y administración central. A nivel UBA, el 10% del presupuesto es para gastos de funcionamiento pero a nivel facultades es de solo el 2,5%; en el CBC y en los colegios es menos, el 1,3%; en los hospitales es el 8,6%, y en la administración central es casi el 50%. Del presupuesto total de la UBA, solo el 1,44% se destina a gastos de funcionamiento de las facultades.

”Hay un mito de que Exactas se lleva una gran parte del presupuesto de la UBA, es solo un mito: Rectorado tiene un presupuesto mucho mayor, al igual que los hospitales. Entre las 13 unidades académicas, primero viene Medicina, luego el CBC y después Exactas, que está en un bloque de varias facultades que tienen entre 300 y 400 millones de pesos anuales de presupuesto. La que menos tiene es Veterinarias, con 199 millones. Por otra parte, el problema de gastos de funcionamiento no es exclusivo de Exactas ya que todas las facultades tienen un porcentaje ínfimo de su presupuesto destinado a estos gastos.

Cómo se conforma el presupuesto de Exactas

”Nuestro presupuesto es de unos 380 millones, de los cuales el 97,5% es para salarios y el 2,5% para gastos de funcionamiento. Los salarios son en un 70% cargos docentes, 27% cargos no docentes y 3% autoridades. Del gasto de funcionamiento, el 52% es para la administración central, el 42% para los departamentos docentes y el 6% para la biblioteca. Hay recursos propios de OATs y convenios y, aproximadamente, si se toma como estimado lo que fue el resultado del ejercicio anterior, representan unos 3 millones de pesos adicionales de libre disponibilidad para la Facultad. Aparte, está lo que aporta CONICET, que son salarios de investigadores que tienen cargo docente simple, becas y gastos de funcionamiento para los institutos, que son aproximadamente dos millones y medio de pesos por año.

El presupuesto disminuyó en los últimos 11 años

”Entre el 2004 y el 2015, el presupuesto de las universidades nacionales aumentó 21 veces y, en el mismo período, el presupuesto de la UBA aumentó 20,6 veces. El presupuesto de las universidades nacionales para este año es de más de 39.000 millones de pesos y el de la UBA es de 6.700 millones. Si comparamos Exactas con la UBA, lo que tenemos es que en ese período el presupuesto aumentó 14,3 veces. El presupuesto de la Facultad fue disminuyendo en términos porcentuales relativos al presupuesto total de la UBA. Pasamos del 9%, que fue el máximo, en el año 2005, al 5,5% en el 2014 y al 5,7% en el 2015.

”Si analizamos la serie temporal de 2004 a 2015 se ve que tanto los salarios como los gastos de funcionamiento disminuyeron. Los salarios pasaron de 7,8% al 5,4%, reduciéndose un 31,5%, y los gastos de funcionamiento disminuyeron del 0,36% a 0,18%, un 50%. Esto está expresado como porcentaje del presupuesto total de la UBA. Lo que pasó con los salarios, en realidad, es una disminución relativa: no hubo una pérdida de cargos sino que todas las otras facultades ganaron cargos y Exactas no.

”En lo que hace a la disminución de los gastos de funcionamiento, que fue del 50%, se dieron dos efectos. Por un lado, la UBA cada vez asignó menor cantidad de recursos a gastos de funcionamiento de las facultades. Se pasó de 2,4% en 2004 al 1,44% en 2014. A su vez, ese porcentaje se distribuye entre facultades y en esa distribución nosotros pasamos de tener un 15,2% en 2004 a tener un 11% en 2015. O sea que Exactas no solo vio disminuidos sus gastos de funcionamiento como las otras facultades sino que, además, disminuyó en términos relativos a las demás facultades. Eso determina que nuestra situación sea más complicada, si bien todas las facultades deberían estar reclamando por más gastos de funcionamiento.

Cómo se distribuyen los gastos de funcionamiento entre las facultades

”Hay una Subcomisión de Pautas Presupuestarias. Esa fue una larga lucha del ex decano Jorge Aliaga quien finalmente logró que en el año 2008 se crease esa subcomisión para que se discutiese en términos más objetivos cómo se tenían que distribuir los fondos para gastos de funcionamiento. Los criterios que se utilizan para esa distribución son el número de alumnos, ponderados por horas de clase y complejidad de las mismas, que es el 70% de la pauta, y el 30% son las superficies edilicias ponderadas por sus características. Aplicados esos criterios, lo que dio es que a Exactas le correspondía entre un 13 y 14% del presupuesto de gastos de funcionamiento. Cuando se reunió el Consejo Superior para distribuir la partida adicional anual de gastos de funcionamiento, lo que se hizo fue no aplicar la pauta y aplicar un piso de un 5%, de solidaridad con las facultades que menos reciben, y un techo del 10%. En la práctica, la solidaridad es de Exactas con todas las demás facultades porque es la única que tiene un porcentaje de gastos de funcionamiento mayor al 10%. Entonces, ese porcentaje adicional que se distribuye todos los años no es del 13% sino del 10% y eso es lo que explica que hayamos ido decayendo del 15% al actual 11%. Y si esto sigue, vamos a llegar al 10%.

La situación actual y el refuerzo

”Nosotros estamos recibiendo solo el 11% de gastos de funcionamiento y tendríamos que estar recibiendo el 13,3%. Los 10,4 millones de la partida adicional se tienen que distribuir justamente este miércoles en el Consejo Superior. Hay un proyecto que fue despachado por los consejeros que respaldan a la actual gestión de la UBA (proyecto de mayoría), que es repartir esa partida de la misma manera que en años anteriores, con un techo del 10% para Exactas. El proyecto que presentó Exactas en la Comisión, y que tuvo una sola firma, lo que propone es mantener el piso del 5% para las facultades que menos reciben pero que esto sea efectivamente solidario y que todas facultades que tiene más del 5% colaboren. Eso implicaría que Exactas baje del 13,3 al 12,8%, que es bastante mejor que el 10%. El miércoles sabremos si este proyecto tiene la adhesión de las demás facultades o no. Pueden apostar… [N de R: La sesión de Consejo Superior ocurrió al cierre de esta edición de el Cable, como se indicó en el inicio].

”Además, el rector anunció el jueves pasado que obtuvo una partida adicional del Ministerio de Educación para gastos de funcionamiento de las facultades. Esto significa un aumento adicional del 15,5%. O sea, al aumento de 10,4 millones se le agregan 15 millones y estos 25,4 millones es lo que se publicó como ‘el aumento del 29,5%’ en algunos medios. La propuesta de Rectorado es distribuir esa partida como para que todas las facultades tengan una aumento del 29,5% en los gastos de funcionamiento respecto al presupuesto 2014.

”¿Qué significan estos aumentos para la Facultad? Nosotros en 2014 recibimos 9,5 millones para gastos de funcionamiento. En 2015 tendríamos 12,3 millones. Si lo expresamos como porcentaje del presupuesto total de la UBA, en 2014 tuvimos el 0,18% y en 2015, con el aumento del 11% más el 15,5% vamos a tener también el 0,18% del presupuesto total de la UBA. Vamos a estar exactamente igual.

Los reclamos

”Ante este escenario, el Consejo Directivo de la Facultad aprobó una resolución con una serie de reivindicaciones que se podrían resumir en estas tres: ‘Que el presupuesto destinado a gastos de funcionamiento que recibe la UBA no sea utilizado por sus autoridades como prenda de cambio para establecer relaciones de poder’; `Que la UBA, a través de su Secretaría de Hacienda, elabore un proyecto transparente de presupuesto priorizando a las facultades por sobre la Administración Central, ya que éstas son el núcleo del cumplimiento de las funciones de la universidad pública: docencia, investigación y vinculación con la sociedad´, y `Que el Consejo Superior asigne a las facultades una partida presupuestaria adicional que les permita afrontar de manera adecuada sus gastos de funcionamiento´.

”Los reclamos de la Facultad son tres. Priorizar los gastos de funcionamiento de las facultades por sobre los de Rectorado. Que las facultades tengan el 15% del presupuesto para gastos de funcionamiento no es razonable. Los presupuestos para gastos de funcionamiento de las facultades en las Universidades de Córdoba o La Plata representan un porcentaje sensiblemente mayor. El Hospital de Clínicas tiene para gastos de funcionamiento la misma cifra que las 13 facultades de la Universidad. Hay algo que no es razonable. Si tuviésemos un 10% del presupuesto de la Facultad para gastos de funcionamiento no tendríamos que estar pidiendo a Rectorado que por favor pase los pliegos de las obras de ascensores al Ministerio de Planificación, por ejemplo. El costo de esa obra es de 20 millones de pesos, ustedes se podrán dar cuenta que una obra que sale 20 millones no se puede hacer con un presupuesto total de 10 millones. Arreglar los baños del Pabellón II son 16 millones… Si tuviéramos un presupuesto razonable podríamos hacer obras de mantenimiento del edificio, cosa que no podemos hacer ahora, por lo cual, dependemos de la buena voluntad de Rectorado para vehiculizar esos fondos, que son fondos de la Nación.

”El segundo es la distribución de fondos para gastos de funcionamiento en base a criterios objetivos. Reivindicamos la Subcomisión de Pautas Presupuestarias. Finalmente, necesitamos que toda la UBA transparente su presupuesto, y esto es una cuestión de rendición de cuentas a la sociedad, 6.700 millones de pesos no es poca plata y deben ser manejados en forma totalmente transparente.

”Por todo esto es la campaña “Defendamos a Exactas”. Pueden dejar sus adhesiones enhttp://comunicacion.exactas.uba.ar/defendamosexactas. La idea de esta charla fue que ustedes tengan los datos y cada uno extraiga sus propias conclusiones”.

Armando Doria