La fuerza del viento

Bibiana Cerne y Fernando Nicchi encabezan un grupo de investigación interdisplinario, formado por meteorólogos e ingenieros, que se dedican a estudiar cuáles son las situaciones del tiempo que favorecen a la producción de energía eólica. Buscan desarrollar un pronóstico útil para saber cómo y cuándo podrían funcionar mejor los molinos.

19 de junio de 2015
La experiencia mundial muestra que la explotación efectiva de la energía eólica necesita un detallado conocimiento de la circulación atmosférica.

La experiencia mundial muestra que la explotación efectiva de la energía eólica necesita un detallado conocimiento de la circulación atmosférica.

 

Desde las clásicas construcciones regordetas contra las que arremetió el Quijote y pintó Van Gogh, hasta las esbeltas turbinas espigadas de hoy, los molinos de viento se yerguen en el paisaje campestre generando energía eólica, una de las más limpias, incluso, entre las energías renovables.

Como toda fuente de energía, la eólica tiene sus ventajas y desventajas. No se agota, no contamina, es de libre acceso y, por esto, es barata. Pero tiene la desventaja de ser intermitente y aleatoria. La meteoróloga Bibiana Cerne lo explica claramente: “Es difícil saber cuándo ingresa esta energía en el sistema eléctrico. Si yo tengo un dique, acumulo agua y, a medida que la necesito, voy soltándola y genero energía, pero el viento está o no está. Para trabajar con energía eólica se requiere un buen pronóstico del tiempo”. La experiencia mundial muestra que la explotación efectiva de la energía eólica necesita un detallado conocimiento de la circulación atmosférica. Esto requiere del estudio de la variabilidad y la tendencia del viento y de los patrones de circulación de la atmósfera necesarios para la generación eólica presente y futura. En eso trabaja Cerne junto a un grupo interdisciplinario que codirige con el ingeniero Fernando Nicchi.

Los meteorólogos estudian cuáles son las situaciones del tiempo que favorecen a la producción de energía eólica. “Estudiamos el viento –cuándo es mejor, cuándo es más fuerte, cuándo es más débil, cuándo cambia- y, además, tratamos de pronosticar el viento”, explica la investigadora.

Parte de la investigación es la tesis doctoral que Cristian Waimann está realizando con Celeste Saulo y tiene como objetivo desarrollar herramientas de pronóstico de viento que sean útiles para la producción de energía eólica a nivel regional. También busca analizar los errores para optimizar el manejo del recurso eólico. Para ello se utilizan datos de viento y potencia eléctrica provenientes del Parque Eólico Rawson, en el noreste de la Patagonia.

Bibiana Cerne y Lucila Cúneo.

Bibiana Cerne y Lucila Cúneo.

“Nosotros estudiamos el viento y tratamos de ver si realmente hay algún cambio. Así como se observaron los efectos del cambio climático en la temperatura o en los patrones de lluvia, queremos ver qué pasa con el viento. Esta información le sirve a los ingenieros para hacer su trabajo desde el punto de vista de cambio climático energético”, explica Cerne. Los ingenieros quieren conocer cómo varía el viento en distintas zonas de Argentina para saber cómo y cuándo podrían funcionar mejor los molinos. Por eso, un buen pronóstico es fundamental.

Por otro lado, además de pronosticar el viento, el equipo de Cerne desea estudiarlo; pero se encuentran con la dificultad de que las mediciones son realizadas por empresas privadas que instalan molinos para la generación de energía eléctrica y torres para medir el viento y sus datos no son de libre disponibilidad. “Nos dan los datos pero firmando un montón de compromisos de confiabilidad. Además, miden durante dos, tres, con suerte, cinco años. Si queremos estudiar si hay un cambio climático en la tendencia del viento, no podemos estudiarlo en tiempos tan acotados. Por eso los complementamos con datos del Servicio Meteorológico Nacional”, sostiene Cerne. A partir de estos datos combinados, los investigadores tratan de determinar si hay temporadas con más o menos viento que otras y si hay una tendencia a su aumento o disminución. “En otros países, en latitudes equivalentes a las de Patagonia, se encontró una tendencia a la disminución del viento. Queremos ver si en la Patagonia, uno de los lugares con más viento en el mundo, eso también está ocurriendo”, comenta.

Estos son los datos que el equipo de Cerne comparte con la gente de ingeniería. “Nosotros hacemos el diagnóstico y el pronóstico, y los ingenieros tratan de ver cómo remunerar mejor a ese viento. El viento es una variable aleatoria porque, al menos hasta ahora, es bastante difícil de pronosticar su intensidad entre las tres y las setenta y dos horas. El desafio es hacerlo con el mayor acierto posible así, quienes
distribuyen la energía, podrían  proyectar cuánta van a tener que comprar y a quién. La energía eólica es barata, en cambio la energía nuclear, por ejemplo, es cara; pero si va a haber poco viento, habrá que comprar nuclear. Todo eso lo maneja la gente de ingeniería, especialistas en saber con qué anticipación comprar y cuáles son los costos del mercado”, comenta Cerne. Este es el tercer proyecto de intercambio que los meteorólogos llevan adelante con los ingenieros. “En el primero no nos entendíamos ni siquiera en el lenguaje. Recién llegamos a algo armonioso en este proyecto. Una vez por año hacemos una presentación dentro del grupo. Cada uno cuenta lo que está haciendo y todos aprendemos. Es una experiencia muy interesante”, sostiene.

Otro estudio realizado en conjunto con ingeniería evalúa el impacto ambiental de los molinos. La investigación determinó que varios parques eólicos en Santa Cruz, están demasiado cerca de humedales y ponen en riesgo a los pájaros de la zona. Como contrapartida, el estudio arrojó también una buena noticia: la cantidad de carbono que se dejaría de emitir si se pudiera usar toda la energía eólica necesaria sería muy importante.

Grupo de Investigación en la Producción de Energía Eólica

(Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos – Departamento de Electrotecnia de Facultad de Ingeniería)

2do. piso, Pabellón II. Teléfono: 4576-3364 / 3356 – Facultad de Ingeniería, Paseo Colón 850. Teléfono: 4343-0891 interno 1024.

Dirección: Bibiana Cerne (FCEyN) y Fernando Nicchi (FI).

Integrantes del grupo: Norma Possia (FCEyN), Pablo Gill Estevez, Mariela Beljansky  Alejandro Jurado, Fabiana Ferreira Aicardi (FI)

Tesistas de doctorado: Cristian Waimann (FCEyN).

Tesistas de grado: Lucila Cúneo (FCEyN).

Patricia Olivella