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Fuerte apoyo internacional para Federico Ariel
El Fondo de Investigación AXA otorgó un millón de euros para financiar el trabajo del investigador de la Facultad y el CONICET, Federico Ariel, que busca mejorar la resistencia de los cultivos al cambio climático mediante tecnología de ARN y es pionero a nivel mundial en materia de agricultura sustentable.
“La ciencia no es una opinión, es nuestro futuro”. Así se presenta en su sitio web el Fondo de Investigación Científica del Grupo AXA, la iniciativa filantrópica de la famosa y multinacional aseguradora francesa que se dedica a financiar proyectos científicos especialmente dedicados a las problemáticas asociadas al cambio climático, la economía social y las nuevas tecnologías.
De los casi setecientos proyectos que tiene financiados en todo el mundo con sus diferentes tipos de subsidios, sólo siete pertenecen a América Latina: cuatro mexicanos y tres argentinos. Uno de ellos es el de Federico Ariel, investigador del CONICET en el Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IFIBYNE, UBA-CONICET) y fundador de APOLO Biotech, una startup dedicada al desarrollo de tecnología basada en ARN destinada a la agricultura.
Según destacan desde el Fondo AXA, “la financiación recibida respaldará el trabajo de Ariel durante los próximos cinco años, lo que permitirá el desarrollo de herramientas innovadoras y no transgénicas para mitigar el impacto del calor extremo en la productividad agrícola”.
“Es para trabajar particularmente la respuesta al calor en cultivos de tomate y de trigo”, comenta Federico Ariel. Y explica: “Con el cambio climático cada vez hay más picos de temperatura y más golpes de calor, eso tiene un gran impacto en la productividad de estos cultivos, por eso intentamos dilucidar las bases moleculares de las respuestas que tienen al calor con el objetivo de desarrollar tecnología basada en ARN para mitigar esas pérdidas en la productividad. Es decir, buscamos aclimatar estas plantas al calor y permitirles que toleren mejor los cambios bruscos de temperatura”.
Desde AXA, señalan que la creciente frecuencia e intensidad de las olas de calor plantean una grave amenaza para los sistemas alimentarios en todo el mundo. El trabajo de Ariel ofrece una esperanza en ese sentido y resulta pionero a nivel mundial.
“Estoy muy emocionado y feliz, y obviamente entusiasmado con tener fondos en un contexto de devastación del sistema científico argentino. Esto nos permite seguir adelante con los proyectos del equipo y crecer hasta que se estabilice la situación presupuestaria argentina”, expresa el investigador.
Eso es algo que no se lograría mediante los canales normales de financiamiento de la ciencia en nuestro país, sobre todo ante el desguace que el gobierno nacional viene aplicando al sector desde que asumió en diciembre de 2023.
“Los fondos que recibimos son infinitamente mayores que los que podemos obtener en nuestro país porque actualmente los aportes de la Agencia –la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación– a los subsidios ya concursados y ganados son literalmente cero”, advierte Ariel. Y suma: “Lo que recibí es más de lo que yo podría concursar en PICT –los Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica de la Agencia– de acá a jubilarme”.
Por otro lado, el investigador comenta que el proceso de selección fue muy exhaustivo. “Es un subsidio que, en general, reciben investigadores con una trayectoria mucho más consagrada que la mía. Pero venimos trabajando hace mucho este tema y teníamos resultados preliminares muy auspiciosos. Lo defendimos bien, con una instancia de defensa escrita y otra oral ante un jurado. Finalmente financiaron dos proyectos en todo el mundo, uno de una colega en Inglaterra y el nuestro en Argentina”, celebra.