Escasos de presupuesto

Los gastos para funcionamiento asignados por el Consejo Superior de la UBA a la Facultad ponen en jaque la continuidad de las actividad normal de docencia e investigación. “El actual presupuesto va a resultar insuficiente”, remarca el decano Juan Carlos Reboreda que, entrevistado por el Cable, da un panorama de la cuestión de la distribución de los fondos en la Universidad y de las acciones para torcer el rumbo.

29 de abril de 2015

Todo empezó el 25 de marzo pasado, cuando el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires aprobó la distribución del presupuesto 2015 con un incremento de sólo el 12 por ciento –respecto del año 2014– para los gastos de funcionamiento de las facultades. En ese momento, Juan Carlos Reboreda votó en contra del proyecto indicando que no podía “avalar un proyecto de distribución del prepuesto sin que exista una discusión profunda del mismo y se analicen las distintas opciones”. Con el correr de los días, la noticia del módico incremento y de las limitaciones que impondría a la Facultad se fueron haciendo públicas y generaron inquietud en la comunidad educativa local. A casi un mes de aprobado el presupuesto, el Cable habló al respecto con el decano Reboreda.

Está circulando el rumor de que, con el presupuesto asignado, la Facultad sólo podría seguir funcionando hasta octubre. ¿Es así?

El presupuesto que aprobó el Consejo Superior de la UBA para el año 2015 contempla un aumento de sólo el 12 por ciento para gastos de funcionamiento de las facultades. Esto es mucho menos que lo que aumentaron los costos de los insumos necesarios para las actividades de docencia, o los costos de los servicios necesarios para el funcionamiento de nuestra Facultad. Por otra parte, el año pasado Exactas gastó para su funcionamiento casi un 10 por ciento más de lo que ingresó por financiamiento del Estado Nacional y esa diferencia se debió cubrir con un fondo de reserva que tenía la Facultad para situaciones de emergencia. Quisiera destacar que el año pasado no se realizó ningún gasto extraordinario, como arreglos edilicios o reparación de ascensores, sólo se cubrieron los gastos mínimos para que la Facultad pudiese funcionar. Por lo tanto, es claro que el actual presupuesto va a resultar insuficiente. Además, este año ya no contamos con el “fondo de reserva” por que fue utilizado casi en su totalidad para cubrir el déficit del año pasado.

El problema del incremento del presupuesto se viene arrastrando desde hace varios años, ¿verdad?

Efectivamente, es una situación que se ha ido agravando en los últimos años ya que, desde 2012, el aumento del presupuesto para gastos de funcionamiento de las facultades ha sido menor que el aumento que experimentaron los insumos y servicios necesarios para su funcionamiento.

¿Cómo fue la evolución reciente del presupuesto para gastos de funcionamiento?

Si expresamos los gastos de funcionamiento de todas las facultades como porcentaje del presupuesto de la UBA, en el 2011 ese valor era el 2% y en el 2015 va a ser el 1,4%; es decir que en los últimos cuatro años hubo una reducción del 30%. Para el caso de Exactas, la evolución presupuestaria fue aún peor ya que en el año 2011 recibíamos para gastos de funcionamiento el 0,24% del presupuesto de la UBA y, en el 2015, si no hay modificaciones, recibiremos el 0,15%.

¿Considera que las necesidades presupuestarias de Exactas son distintas a las otras facultades?

Cada Facultad tiene sus particularidades. Algunas tienen muchos alumnos, otras tienen edificios que tienen mayores costos de mantenimiento, otras tienen carreras que requieren insumos costosos. Si bien nuestra facultad tiene menos alumnos que otras, varias de nuestras carreras requieren para sus trabajos prácticos la compra de insumos caros. Por otra parte, Exactas tiene una superficie edilicia de unos 90.000 m2 distribuidos en tres pabellones que incluyen no sólo aulas, sino laboratorios de docencia e investigación y estos laboratorios suelen tener un mayor costo de mantenimiento que las aulas. Es por ello que Exactas es una de las facultades de la UBA que tiene mayores gastos de funcionamiento. Justamente, para evaluar las diferencias entre facultades y establecer criterios para distribuir el presupuesto en el año 2008, la UBA creó una Subcomisión de Pautas Presupuestarias. Lamentablemente, esa comisión no ha funcionado en los últimos años.

¿Qué involucran para Exactas los gastos de funcionamiento?

El año pasado, Exactas recibió de la UBA aproximadamente 9,5 millones de pesos para gastos de funcionamiento. De ese monto, 4 millones fueron asignados a los departamentos para cubrir los gastos asociados al dictado de materias, un poco más de medio millón fue asignado a la Biblioteca Central y el resto fue utilizado por la Administración Central para cubrir los gastos de funcionamiento de la Facultad y otras erogaciones. Por ejemplo, más de un millón de pesos se destinó a cubrir los estipendios de las Becas Sadosky y las becas de transporte y para los subsidios Exactas con la Sociedad.

¿Cómo es la relación presupuestaria respecto de los sueldos?

El presupuesto para sueldos que tiene la UBA para el año 2015 es de un poco más de 6.000 millones de pesos y representa aproximadamente el 90% del presupuesto total, que es de 6.700 millones. Exactas tiene un presupuesto en salarios de 370 millones que representa el 5,5% del presupuesto de la UBA. En términos relativos, Exactas es la unidad académica con el tercer mayor presupuesto de la UBA luego de medicina, con 512 millones y el CBC con 472 millones. Como referencia, la unidad con menor presupuesto es Veterinaria, con 192 millones. Si tenemos en cuenta el resto de la UBA, los hospitales tienen la mayor masa salarial con 1035 millones y rectorado tiene sueldos por unos 474 millones.

¿Y existen también diferencias en la evolución del presupuesto de sueldos?

En los últimos años hubo una redistribución del presupuesto en la UBA ya que algunas facultades crecieron más que otras. Ello implicó que, en términos relativos, nuestro presupuesto en salarios disminuyese ya que el número de cargos de nuestra facultad permaneció constante y la media de la UBA aumentó. Las facultades que más crecieron en términos de presupuesto para salarios fueron aquellas que tenían mayor cantidad de docentes ad-honorem. Como Exactas no tenía docentes ad-honorem no obtuvo nuevos cargos. Una discusión pendiente en la UBA es si todos los docentes designados ad-honorem son necesarios. Cuando uno mira los números del censo UBA 2011 se ve que la UBA tiene unos 23.000 docentes universitarios y 13.000 no docentes para unos 300.000 alumnos. Como dije antes, el presupuesto de la UBA para el año 2015 es de 6700 millones de pesos y el de todas las universidades nacionales casi 39.000 millones de pesos, que es más que lo que reciben algunas provincias. Creo que es una responsabilidad de las autoridades universitarias rendir cuentas ante la sociedad de cómo se utiliza ese presupuesto. Esto es, informar en qué se gastan todos los fondos que se reciben y cuáles son los resultados de esa inversión en términos de formación de recursos humanos en el grado y en el posgrado, generación de conocimiento científico y tecnológico y actividades de extensión.

¿Qué alternativa propone Exactas para solucionar el problema de sus gastos de funcionamiento?

El proyecto que presenté en la sesión del Consejo Superior en la que se aprobó el presupuesto 2015 propone una reasignación de 38 millones de pesos de la partida Fortalecimiento Edilicio – Plan de Obras a la partida Gastos de Funcionamiento a distribuir entre las facultades. Esto permitiría volver a la situación del año 2011 en la que los gastos de funcionamiento de las facultades representaban el 2% del presupuesto total de la UBA. A su vez, fijaría un piso para los gastos de funcionamiento del presupuesto 2016. Quiero destacar que lo que se pide en este proyecto es un aumento para los gastos de funcionamiento de todas las facultades, no sólo de Exactas por lo que debería ser de interés de todos los decanos. Por otra parte, el proyecto propone convocar a la Subcomisión de Pautas Presupuestarias para que esta revise la distribución del presupuesto de la UBA y elabore una propuesta de distribución de los gastos que tenga en cuenta las diferentes necesidades de cada facultad en lo referente a número de alumnos que debe atender y características de la docencia que debe impartir; y superficie, características y actividades de docencia e investigación que se desarrollan en sus edificios.

¿Es esperable un cambio favorable?

Nosotros esperamos que sí. Como mencioné recién, el proyecto presentado implica un aumento de los gastos de funcionamiento de todas las facultades. Si bien la situación de otras facultades es menos acuciante ya que cuentan con importantes ingresos por recursos propios, creo que es una opinión compartida por toda la comunidad que el presupuesto aprobado por la UBA debe garantizar que las facultades puedan cumplir correctamente con sus funciones de docencia, investigación y extensión.

Armando Doria