Exactas en la ruta de Magallanes

Cuatro estudiantes de la Facultad se embarcaron en la Fragata SAGRES, un buque escuela de la marina portuguesa, para llevar adelante distintos proyectos de investigación en el Río de la Plata. La nave llegó a Buenos Aires en el marco de los festejos por los 500 años de la expedición Magallanes-Elcano, la primera en concretar la circunnavegación del planeta.

Estudiantes de distintas carreras de Exactas vivieron una experiencia única: se embarcaron en la Fragata portuguesa SAGRES para implementar proyectos de investigación en el Río de la Plata. El barco escuela planea viajar durante un año alrededor del mundo, tal como lo hizo hace quinientos años la expedición Magallanes-Elcano. En su recorrido están marcados los más de veinte puertos de la red de ciudades magallánicas.

Cuatro estudiantes de Exactas compartieron el viaje con cuatro alumnos de la Facultad de Agronomía y dos de Ingeniería Naval, todos de la UBA. En particular, la Universidad de Buenos Aires pertenece a la Red Mundial Universitaria Magallánica, una agrupación que promueve acciones de intercambio y desarrollo de proyectos en educación, ciencia y conocimiento entre sus integrantes.

Celeste Antieco, es estudiante de Oceanografía de la Facultad y una de las seleccionadas para sumarse cuando el barco oriundo de Lisboa llegara a las costas de Montevideo. “Para mí la experiencia fue increíble, no siempre podemos embarcarnos mientras estudiamos, así que el viaje me permitió pensar nuevas ideas para mi carrera en el futuro. Nosotros habíamos presentado un proyecto para medir el pH del Río de la Plata, hacer un pronóstico de mareas y trabajar en conjunto con estudiantes seleccionados en meteorología y biología. El desafío era, también, poder complementarnos.”

Dos biólogos también subieron al barco en la capital uruguaya, en su caso recolectaron muestras para observar la comunidad de fitoplancton que analizará el Laboratorio de Ecología Marina Microbiana de la Facultad. Gonzalo López Zanutto y Sofía Sagre muestrearon en las playas de Los Pocitos y Ramírez, y mientras navegaban, lo hicieron en tres puntos entre las ciudades de Montevideo y Buenos Aires. “A veces tenemos la oportunidad de viajar en buques oceanográficos, pero nunca en un barco a vela, en ese sentido, es una experiencia única. Por otro lado, fue una muy buena práctica para tomar muestras en navíos y trabajar en ambientes acuáticos”, dice Gonzalo.

Un estudiante de Meteorología de Exactas completó el grupo, Agustín Emperador contó que la fragata tiene una estación meteorológica tradicional, es un barco de 1930 con algunos instrumentos de la época y otros automáticos que permiten medir todo tipo de variables. “Tomé datos de temperatura y velocidad del viento durante la navegación, la experiencia fue muy buena porque pude hacer trabajo de campo, hablar con la tripulación, aprender, por ejemplo, por qué a veces la presión varía abruptamente. También vimos cómo funciona un barco, la utilidad que tiene cada cosa. Este viaje hizo que los últimos meses de mi carrera sean muy felices”.

Después de cuatro días, los estudiantes de Exactas y de la UBA regresaron a Buenos Aires. El barco sigue su viaje por el océano Atlántico hacia Ciudad del Cabo, esperan llegar en veinticuatro días.