A risa llena

Con el Aula Magna del Pabellón I repleta, la muestra “Exactas con humor” presentó una charla con los humoristas Daniel Paz, Carlos Núñez Cortés y Daniel Rabinovich. Hablaron algo de ciencia e hicieron reír mucho.

22 de abril de 2008

El lunes pasado, por la tarde, el Aula Magna del Pabellón I estuvo llena como pocas veces, repleta. En el escenario no había un docente dictando una clase: estaban Daniel Paz, Carlos Núñez Cortés y Daniel Rabinovich, convocados para la charla “Educación, Ciencia y Universidad en la mirada de tres humoristas”. La actividad estuvo enmarcada en la muestra “Exactas con humor: la historia de la FCEyN y la UBA vista desde el humor gráfico”, organizada por el Programa de Historia de la Secretaría de Extensión, Graduados y Bienestar. La muestra se había realizado el año pasado en el Pabellón II; ahora se repitió con el agregado de esta charla, moderada por Eduardo Díaz de Guijarro, coordinador del Programa.

El primero en hablar fue Daniel Paz, reconocido por su participación como humorista gráfico de Página 12, medio que llevó los “chistes” a la tapa, de la que Paz participa diariamente. “Mi principal contacto con la ciencia -comenzó Paz- fue la biblioteca de mi papá: había un montón de textos que me parecían maravillosos, pero dos fueron fundamentales, uno era la enciclopedia Espasa-Calpe. El otro era un libro de química que usó mi papá en el secundario”. Pero, si bien Paz tomó el camino del humor, la divergencia no fue separación. “Creo que, en su búsqueda por comprender el universo, -afirmó- el ser humano consiguió dos grandes logros: la ciencia y el humor. Yo estoy en el bando del humor pero conservo un gran amor por la ciencia. Cuando, en 1992, empecé a hacer mi tira “Efemérides truchas”, me sentí muy feliz porque me daba la posibilidad de salir del humor político más estricto para empezar a hacer esos temas que siempre practiqué pero que nunca pude publicar: vida de grandes científicos, historia de grandes descubrimientos”. Luego, Paz fue proyectando en la pantalla del aula una serie de chistes, muy festejados por los asistentes, sobre ciencia, educación y política universitaria.

Daniel Rabinovich, uno de los integrantes más populares del grupo Les Luthiers, ocupó el segundo turno advirtiendo desde el comienzo: “Yo, la verdad, es que presentaré lo que yo siento sobre la universidad, mí universidad y la vuestra, que no son chistes”. Con una intervención leída, de tono reflexivo, Rabinovich pronosticó un futuro “temible y feo como el presente”, si se tiene en cuenta que “en los últimos años nos dedicamos a destruir sistemáticamente la todavía endeble organización social de principios de siglo XX y dilapidar la riqueza acumulada en los bancos y en la inteligencia de los argentinos”, lo mismo que a “aniquilar generaciones enteras” y advirtiendo que vivimos entre “miseria, pobreza, enorme inseguridad y abandono de la ética en todos los estamentos”.

Pero pese al análisis inicial, Rabinovich propuso soñar con “una sociedad civilizada, educada y ocupada”, donde “lo importante sea respetar las diferencias y no luchar contra ellas”, y destacó que, pese a todo, el país continúa ofreciendo una “efervescencia cultural asombrosa”, y, por lo tanto, “podemos soñar con ser un Estado poderoso en el que trabajen los que saben, aunque sean amigos, y no por serlo”, y así “la mayoría de las personas vamos a vivir mejor, y los humoristas vamos a vivir mejor también porque vamos a pasar muchas horas del resto del día riendo nosotros, tan famosos por nuestro mal carácter”. Cerrando sus palabras, expuso su deseo de que “volvamos a ser el faro de América, volvamos a tener una UBA modelo como la que yo tuve la suerte de conocer, la UBA del 55 al 66”.

Después del aplauso, siguió Carlos Núñez Cortés, el otro panelista perteneciente al grupo Les Luthiers, que arrancó diciendo: “A mí me toca ahora divertirlos después del choclo de Daniel. Yo no voy a contar chistes ni voy a hacer un discurso tan sesudo y esclarecedor, simplemente quiero decirles que estoy muy emocionado de estar aquí porque esta fue mi casa hace muchos años atrás”. Núñez Cortés entró a Exactas en 1960 y en siete años se recibió de químico con orientación biológica. “Siempre tuve una clarísima vocación por la química -afirmó-, pero cultivaba otras cosas que por una razón o por otra me fueron desviando de lo que yo pensaba que iba a ser mi vida. Pero bueno, se me cruzó Les Luhiers y terminé, en lugar de químico, siendo payaso”. De todas formas, el humorista dijo no se arrepentirse en absoluto de “la cantidad de libros que me tuve que tragar, de la conjetura de Bolzano y de todas esas cosas que se supone que hubieran servido aunque sea para encontrar novia”. Y con la conjetura de Bolzano dio el pie: “Yo les sugería a mis compañeros de estudio que utilizáramos reglas mnemotécnicas: en química había mucho de eso pero en matemática había poco, entonces se me ocurrió ponerle música a los enunciados o a los teoremas más complicados y el de Bolzano era uno de ellos. Le puse música y luego se las canté a mis compañeros de Les Luthiers y me miraron con una cara muy seria. El asunto es que mis compañeros habían llegado, a lo sumo, al teorema de Pitágoras”, dijo antes de musicalizar la reunión con la grabación del ya clásico “Teorema de Thales” de su autoría, ejecutado por Les Luthiers.

Núñez Cortés cerró su participación indicando: “Yo me siento aquí como en casa, como si estuviese escuchando las clases magistrales de Boris Spivacov y otros grandes educadores que yo recuerdo con muchísima emoción y muchísimo cariño”. Aplauso cerrado y, posteriormente, una sucesión de preguntas del público que extendieron la charla hasta entrada la noche.

Fuente: El Cable Nro. 682

Armando Doria